
La pelea salarial con el gobierno está provocando que lo imposible tome visos de realidad. Es sabido el enfrentamiento entre los dirigentes que conducen el SUTE y los que lo hacen en ATE, pero este miércoles la principal referente de los estatales y enemiga declarada de Javier Guevara, titular del gremio docente, se sumó a la protesta callejera de los educadores contra la postura oficial en la paritaria del sector.
En respuesta a la continuidad del plan de lucha ratificado por el plenario del SUTE del martes, cerca de 10 mil educadores y aliados a su lucha salieron a las calles de Mendoza este miércoles. Marcharon por el centro de la Capital hasta el frente de la Casa de Gobierno, donde dejaron salir los peor reproches a la gestión del gobernador Francisco Pérez y su directora general de Escuelas, María Inés Abrile de Völlmer.
Los ánimos entre los educadores están caldeados, a tal punto que se repitieron escenas del inicio de las clases del 2012, cuando sectores de la nutrida manifestación abuchearon e insultaron al secretario general Guevara. El titular del gremio y la gente que lo sustenta desde la lista Celeste Nacional hicieron de cuenta que no pasaba nada y fortalecieron la queja contra el Ejecutivo, pero en la interna del sindicato docente lo que le reprochan a la conducción son presuntos lazos con los funcionarios del gobierno al que en esta oportunidad se enfrentan por los salarios.
La lucha por un aumento de sueldo que el Ejecutivo no está dispuesto a otorgar determinó que los dos primeros días del ciclo lectivo 2013 no hubiese actividad en las aulas, situación que se repite este miércoles, jueves y viernes como consecuencia de la celebración de un paro por 72 horas.
La negociación en punto muerto
El gobierno amenazó el viernes pasado con otorgar un incremento salarial a los docentes por decreto, lo que implica la oficialización del fracaso de la paritaria. Ese paso también significaría dejar de lado la mejor oferta realizada por el Ejecutivo y rechazada por los docentes de un incremento del 26% en dos cuotas para adjudicar sólo el 22% de aumento y repartido en tres cuotas.
El miércoles el gobernador estuvo en Buenos Aires ocupado con la situación de la minera Vale, por lo que no tuvo oportunidad de ratificar los pasos adelantados el viernes desde el ministerio de Gobierno, según los cuales la ratificación de los tres días de paro iba a gatillar de forma automática la ruptura de la paritaria y la aplicación del decreto del 22%.