La Policía y el ministro del Interior francés fueron hoy blanco de críticas luego de autorizar una marcha de neonazis por las calles de París dos días antes de que Francia conmemorara la victoria aliada sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Dirigentes opositores condenaron el hecho de que se haya permitido la marcha neonazi del sábado pero se hayan prohibido protestas contra el presidente Emmanuel Macron cerca de actos que realizó hoy en el aniversario de la victoria aliada de 1945.
En la manifestación del sábado, unos 600 militantes de extrema derecha vestidos de negro caminaron por las calles de un lujoso barrio de la capital, bajo la mirada de la policía, para conmemorar la muerte de un activista de ultraderecha en 1994.
"¡Explíquese!" le pidió por Twitter el senador del Partido Socialista David Assouline al ministro del Interior, Gérald Darmanin.
"Es inadmisible haber permitido que 500 neonazis y fascistas desfilen en pleno París. Sus organizaciones, la exhibición de su ideología, eslóganes e insignias son tan insultantes para los muertos como incitar al odio racial", publicó en Twitter.
La marcha de la ultraderecha se realizó dos días antes de las conmemoraciones del 8 de mayo por la victoria de los Aliados sobre los nazis alemanes y para honrar la memoria de las vidas perdidas en la lucha contra el fascismo.
El aniversario llega con Francia sumida en su mayor conflicto social en décadas a raíz de una reforma adoptada por decreto por Macron para elevar la edad jubilatoria de 62 a 64 años, pese a meses de protestas y huelgas generales.
Desde que impuso la reforma, el mes pasado, las manifestaciones han perseguido al presidente en sus actos y apariciones públicas por todo el país, donde críticos de la reforma previsional han protagonizado ruidosos cacerolazos en su contra.
En un fuerte contraste con la autorización de la marcha neonazi del sábado, las protestas estuvieron prohibidas hoy alrededor de la avenida de los Campos Elíseos de París, donde Macron acudió a una ceremonia en el memorial de guerra en el Arco del Triunfo.
El presidente también rindió homenaje al héroe de la Resistencia francesa Jean Moulin en la sureña ciudad de Lyon, donde prohibieron también las manifestaciones pese a un recurso del sindicato CGT, rechazado por un tribunal local.
"Las cacerolas son aparentemente más peligrosas que los ruidos de botas militares", ironizó Ian Brossat, vocero del partido Comunista, informó la agencia de noticias AFP.
La organización benéfica de izquierda Attac también criticó la manifestación neonazi, que, según dijo, paseó "su odio con plena impunidad en el centro de París", mientras que el intelectual Jacques Attali calificó el acto de "intolerable".
La Policía parisina explicó hoy en un comunicado que, sin un "riesgo demostrado para el orden público", no tenía el poder legal para impedir la manifestación, que tuvo lugar otros años sin incidentes.
La Policía en Francia depende del Ministerio del Interior, que está a cargo de Darmanin.