
El Gobierno de Mendoza analiza por estas horas atornillar ventanillas en el transporte público para forzar la ventilación en las unidades ante la incesante suba de contagios de COVID-19. Así lo confió el secretario de Servicios Públicos, Natalio Mema, quien admitió que hay horarios pico donde "es imposible" mantener la distancia social a bordo de los micros.
Según Mema, el gobierno aumentó el 25% la cantidad de colectivos, y el uso se incrementó sólo 5%, "porque aunque hay presencialidad están los horarios bien escalonados. El problema que tenemos son los picos de demanda entre 7.30 y 9, entre 12.30 y dos de la tarde, entre las cinco y media y siete de la tarde. Tenemos los colectivos al 100% pero en esos horarios hay más demanda".
Entrevistado en radio Nihuil, el funcionario dijo que "en el colectivo así hayan 10 personas paradas o 20 es imposible cumplir ahí la distancia social. Por eso es importante la conciencia de cada uno. Hemos tratado de mantener esta herramienta junto con tener abiertas las actividades económicas. En el AMBA sólo pueden usar los micros los esenciales, y ahora sumaron docentes y alumnos, están bajando con la policía al resto de los usuarios".
En este punto, el funcionario señaló que la semana pasada en cuatro micros que hacían el recorrido en el barrio La Favorita -donde viven más de 30 mil familias- "había un exceso en la capacidad de pasajeros. Hicimos descender algunos pasajeros y ese micro continuó. Esta semana pusimos más frecuencia en ese recorrido.
"Ya está toda la carne al asador"
Mema aseguró que no se pueden poner más unidades para reforzar el servicio. "Ya está puesta toda la carne al asador", señaló.
Según el funcionario "estamos al 100% de las frecuencias, cuando tenemos el pico de demanda funciona al 100%. En otros horarios tenemos micros sin usuarios. No tenemos la posibilidad de decir 'ponemos todos los colectivos a una hora'. Tenemos un colectivo y medio más por persona que los que teníamos previo a la pandemia".
Subrayó que resta asumir la responsabilidad social, "pero vamos a tratar de dejar trabadas las ventanillas -anticipó-. Sin la concientización de las 400.000 personas que se suben a un micro todos los días, es imposible".
El secretario de Servicios Públicos aseguró que a bordo de los micros hay peleas entre usuarios por la ventanilla abierta. "Nos ha pasado de pasajeros que se pelean entre sí porque al que le toca ir sentado al lado de la ventanilla que tiene que ir abierta quiere cerrarla y el que va parado le pide que la cierra. Estamos evaluando que a esa ventanilla la dejemos bloqueada. Lo que no podemos hacer es sacarla porque no se pueden lavar las unidades".