Los empresarios, que usaron su conglomerado de medios para presionar por la concesión y luego por los privilegios que ostentaba, entregaron una porción mínima del canon y la cantina.
El Instituto Provincial de Juegos y Casinos acordó con la empresa Mendoza Central Entretenimiento, del grupo Vila-Manzano, la prórroga del contrato para el usufructo de las máquinas tragamonedas de la sala del Casino de Mendoza, de San Martín y Brasil. La relación contractual fue cuestionada por la Fiscalía de Estado.
A partir del acuerdo, la empresa de Daniel Vila y José Luis Manzano seguirán usufructuando las máquinas de apuestas del casino central, aunque con un pequeño recorte en la renta.
El nuevo canon será equivalente al 43,85% de lo que se juegue, contra el 47% que se llevaban los empresarios hasta ahora y que generó que desde distintos sectores plantearan que con ese nivel de transferencia a los privados, las tragamonedas se quedaban si capacidad de aportar al sistema social, la principal excusa a la hora de adjudicar el millonario negocio.
Para no perder todo, en virtud de los cuestionamientos crecientes, Mendoza Central Entretenimiento también cedió la administración de la confitería. Carlos Bianchinelli, presidente del Instituto de Juegos y Casinos, designado por Francisco Pérez con el principal objetivo de arreglar con Vila y Manzano, consiguió un acuerdo con los empresarios, quienes usaron su conglomerado mediático (Uno Medios) para presionar primero para ganar la concesión y luego para mantener los privilegios objetados por la oposición y la Fiscalía de Estado.
La exagerada renta de las tragamonedas a favor de la empresa del holding con mayor poder de lobby en la provincia era uno de los cuestionados por la oposición legislativa y la Fiscalía de Estado, donde una vez que salió Joaquín de Rosas, entre acusaciones de trabajar a favor de los intereses de Vila y Manzano en varios temas, se cuestionó lo actuado por el gobierno en el caso de las tragamonedas.
En el medio de polémica, el designado presidente Bianchinelli fue a negociar la letra de un acuerdo con posibilidades de ser admitido por la Fiscalía de Estado a la casa de Alfredo (Fredy) Vila.