El juez federal Rodolfo Canicoba Corral allanó el viernes las viviendas de la madre y la hermana del fiscal fallecido Alberto Nisman, Sara Garfunkel y Sandra Nisman, en el marco de una investigación sobre lavado de dinero iniciada al conocerse que las dos familiares del fiscal muerto eran propietarias de una cuenta en Nueva York que administraba el titular de la Unidad Fiscal para la investigación del atentado a la AMIA. Diego Lagomarsino, imputado por cederle a Nisman el arma que disparó la bala del final, era copropietario de la cuenta.
La casa del técnico informático dueño de la Bersa 22 que disparó a la cabeza del fiscal también debía ser allanada pero por "un error formal" la requisa fracasó, como la prevista en el banco Merril Lynch, de Puerto Madero.
El resultado de todos los allanamientos- revelaron fuentes de la investigación- en los que el juez pretendía encontrar documentos o datos vinculados a esta cuenta fue "negativo".
La existencia de la cuenta de Nisman fue revelada por su ex mujer, Sandra Arroyo Salgado y en la última semana la presidenta Cristina Fernández dio a entender que el fiscal podría guardar dinero proveniente de los fondos buitre.
El fallecido fiscal de la Unidad Fiscal AMIA no había declarado la cuenta, de la que figuraba como apoderado. Además, al momento de abrirla, Nisman omitió declarar que era Fiscal Federal de Argentina.
Además de los allanamientos, en la causa por la cuenta se ordenaron otras medidas. Por ejemplo, pedidos de informes a la Comisión Nacional de Valores y a la Inspección General de Justicia (IGJ)
Es la segunda vez en 15 días que la Policía allana la casa de la madre de Nisman, aunque en la otra oportunidad fue por la causa que investigaba la muerte del fiscal que imputó a la Presidenta y otros funcionarios por encubrimiento en la causa del atentado de la AMIA.
Gafunkel amplió su declaración como testigo el 14 de este mes, en la causa de la muerte de su hijo, y declaró que en su casa guardaba un arma que perteneció a Nisman. Durante ese allanamiento, la policía secuestró una pistola Bersa calibre 22.
Fuente: La Nación