Por el paro del transporte público se resintieron todas las actividades económicas y sociales de Mendoza este martes. La reducción al 20% del servicio habitual de los micros provocó principalmente que mermara notablemente la asistencia de alumnos a las escuelas, a pesar de que el gremio docente no adhirió al paró.
No hubo tampoco atención en los hospitales y centros de salud más que la se pudo organizar mientras los representados por ATE y AMPROS se sumaron al paro nacional. Hubo disminución notable de la demanda también por la falta de transporte y la certeza de que no era un día para solucionar los problemas de salud que no revisten urgencia de tratamiento.
Las calles demostraron una merma de la actividad habitual, a pesar de los trabajadores que decidieron moverse en sus vehículos particulares a falta de micros. De todos modos, ni estos ni los taxis hicieron peligrar la fluidez del tránsito en pleno centro, algo no habitual en los días laborables ordinarios.
No atendieron los bancos, donde el acatamiento a la medida adoptada por el gremio de los trabajadores fue total en lo referido a la atención al público.
Las puertas del comercio se abrieron como todos los días laborables, pero sin el flujo habitual de demandantes de artículos.