La síntesis de la catarsis colectiva del oficialismo, es que en la provincia tienen poco por hacer para revertir las PASO. Caminar y pedir votos para los concejales.
La catarsis de la dirigencia peronista de Mendoza con el gobernador Francisco Pérez y los intendentes del partido a la cabeza concluyó que tienen poco por hacer para intentar revertir en octubre el resultado de las PASO. La idea general es que las dos principales causas de la derrota por 18 puntos en las PASO fueron el malhumor con el gobierno nacional y la habilidad del radical Julio Cobos para concentrar a un amplio espectro de los indignados.
“Hay que reconocer que la inflación existe. El valor del dólar afecta a nuestra economía regional, de eso no tengo duda, pero si hablamos de devaluación a nivel nacional sería aún más perjudicial”, le dijo Emir Félix, intendente de San Rafael, a Mdz radio.
"Son temas concretos, específicos, que uno no puede negar; insisto, hay que ser muy necios para no darse cuenta que a la gente en el supermercado cada vez le alcanza menos", esgrimió Jorge Giménez, intendente de San Martín por radio Mitre Mendoza. "Este es mi tercer mandato como intendente y he perdido todas las legislativas", desdramatizó el resultado anunciado para octubre.
“Hay mucha gente enojada por el tema inflacionario, otros por el impuesto a las ganancias, otros por cuestiones locales”, dijo Alejandro Abraham, intendente de Guaymallén y primer candidato de la lista de diputados nacionales derrotada por la UCR, al término de una reunión con el gobernador en la que se analizaron las elecciones primarias.
“Todos van a tener protagonismo, recordemos que también hay candidatos a diputados y senadores provinciales, a concejales, es decir que se amplía la cantidad de candidatos, así que la idea es que todos tengan el protagonismo que necesiten”, adelantó el candidato respecto a la campaña para octubre, sin dar precisiones sobre la estrategia.
“Vamos a corregir todo lo que dependa de los municipios y la Provincia y entendemos que también desde lo nacional habrá que hacer el esfuerzo y corregir algunas cosas, si queremos que esto cambie para octubre", enunció Giménez sobre las tareas venideras en la campaña del oficialismo. En concreto, los intendentes acordaron caminar sus territorios promoviendo a sus candidatos para los Concejos Deliberantes. Ya habían comprometido ese trabajo proselitista antes de las PASO y no funcionó a juzgar por los resultados.
Si las causas de casi todos los males electorales del PJ local están fuera de su campo de acción, revertir los resultados electorales aparece ajeno a lo que puedan hacer en sus territorios los 12 intendentes peronistas que hay en la provincia, de los cuales nueve perdieron en sus departamentos el 11 de agosto.
El único peso pesado que no estuvo de cuerpo presente en el cónclave de análisis electoral fue Juan Carlos Mazzón, jefe de los azules y asesor en la Casa Rosada. El Chueco vendrá esta semana para tener un encuentro con Pérez, el vice Carlos Ciurca y los candidatos Abraham y Omar Félix.
No son pocos los intendentes que consideran negativa la llegada a Mendoza de dirigentes nacionales, incluida la Presidenta, en tiempos de campaña. Pero la potencial visita de Cristina Fernández en setiembre, como había anunciado Pérez antes de las PASO, no depende tanto del parecer de los dirigentes locales como de la imposibilidad para el gobernador para hacer el planteo en la Casa Rosada.
Pérez y muchos de los intendentes peronistas hoy están en sus cargos debido a la gran elección que Cristina Fernández hizo en la provincia en 2011, después un resultado similar al de las últimas PASO en 2009. En el PJ dicen que al compañero muerto se lo acompaña hasta la puerta del cementerio y ahí se lo despide, pero nadie se anima entre la dirigencia mendocina a dar por muerto al kirchnerismo, como surgió del cónclave de catarsis ocurrido en Vistalba.