El fantasma de Ayotzinapa se le volvió a aparecer al presidente Enrique Peña Nieto; ahora durante la Asamblea General Ordinaria del Consejo Nacional Agropecuario en la Expo Bancomer Santa Fe. A pesar de la celosa custodia del jefe del gobierno y de la protección de los medios dominantes del país, con Televisa a la cabeza, el mandatario no ha podido aislarse de los ciudadanos que claman por Ayotzinapa en cada lugar que lo tiene presente.
La desaparición de los 43 estudiantes en Iguala a manos de las fuerzas de seguridad regulares del Estado de Guerrero -gobernado por personeros de los cárteles narcos- generó una reacción extendida como nunca se vio en los últimos tiempos en el país azteca, uno de los de mayor brecha entre ricos y pobres del planeta.
En la convocatoria del Consejo Agropecuario, cuando el mandatario se acercó a saludar de mano a los asistentes al evento, Érika Barrón, una socióloga egresada de la UNAM, le entregó al mandatario un post it con la siguiente frase: “Sólo quiero que pida perdón por el caso Ayotzinapa”. En declaraciones a MVS Noticias, la profesional contó que Peña Nieto tomó el papel, lo vio y lo rompió.
“Le escribí en un post it ‘pide perdón’ porque es en el ánimo de colaborar. El mensaje estaba escrito, yo no lo grité. Se me acercaron dos gorilas y les pedí que no me tocaran. Peña tomó el papel, lo vio y lo rompió”, relató.
Tras el incidente, Barrón declaró que fue expulsada del evento por elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP). Incluso, explicó que los militares la siguieron hasta su vehículo y luego vieron que saliera del centro de convenciones de Bancomer.
“Nos siguieron hasta el estacionamiento y tomaron fotografías de mi coche y las placas. No he atentado contra la seguridad de nadie. Nos siguieron en otro carro. Querían que estuviéramos fuera del recinto, era un evento privado”, dijo.
La socióloga indicó luego que tomó la decisión de protestar de esta forma al observar el “trato de monarca” que recibe el titular del Ejecutivo en los eventos a los que acude. “Vi cómo dieron el trato al señor Peña, que es un funcionario y empleado, no monarca ni emperador; es algo que no nos merecemos, me pareció indignante”, subrayó.
Asimismo aprovechó el espacio para ofrecer una disculpa a los organizadores. Aclaró que nunca fue su intención generar un caos en el evento al que acudió como profesionista y asesora. “Yo no tengo ninguna relación partidista, soy mamá, esposa y socióloga de la UNAM. Me disculpo con los organizadores no era mi intención generar un caos. Fue un impulso una reacción”, sostuvo.
Fuente: Proceso