Si no hay mayores contratiempos ni arrepentidos de último momento, este martes el Senado debatirá y convertirá en ley la reforma de la Suprema Corte impulsada por el cornejismo para eliminar la sala 2 del máximo tribunal, último bastión de poder que no le responde por completo al exgobernador.
La Sala II es la penal y laboral, y desaparecerá a partir del 1 de julio de 2023 para pasar a un sistema de sorteo entre los siete ministros "previa decisión fundada del pleno de la Suprema Corte de Justicia –adoptada por dos tercios de la totalidad de sus miembros-”. En caso de que no haya acuerdo, entrará en vigencia este sistema de sorteos el 31 de diciembre del 2023.
En la Cámara de Diputados, el proyecto -que salió del riñón cornejista, pero luego se discutió sorbe un texto consensuado bajo presión por la Corte- obtuvo sólo 3 votos en contra, y el respaldo del oficialismo y del Frente de Todos.
Los tres votos en contra fueron de José Luis Ramón (Protectora-FdT), Mercedes Llano (PD), ex aliada del oficialismo y muy crítica por el avasallamiento contra el Poder Judicial, y Emanuel Fugazzotto (Partido Verde).
"¿Podemos consentir que el Poder Ejecutivo le imponga a los jueces que se pongan de acuerdo con un proyecto para que vengamos y lo aprobemos nosotros? Eso no es la república", postuló en ese sentido Ramón.
Sin embargo, y pese a las objeciones iniciales, las críticas por la avanzada del oficialismo para quedarse con la hegemonía de la Corte, y a las denuncias por la persecución que ejerce el cornejismo sobre jueces y fiscales que no le responden, el proyecto avanzó en ambas cámaras y en el senado le dieron despacho a lo aprobado por Diputados.
Avanza en @senadomendoza el proyecto de modificación del funcionamiento de la SCJM.En la comisión de LAC luego de la exposición de @dagosmarce1 se dio despacho a la media sanción de Diputados. Una iniciativa del Poder Ejecutivo enriquecido por nuestro máximo tribunal de justicia. pic.twitter.com/CyLWiDBz6o
— Natacha Eisenchlas (@NEisenchlas) October 12, 2022