El Movimiento Al Socialismo (MAS), del presidente Evo Morales, se confirmó como la principal fuerza política en las elecciones subnacionales de este domingo en Bolivia, al ganar en 6 de las 9 gobernaciones del país, 4 de manera irreversible y 2 en que deberá ir al balotaje, y resignar sin vuelta las restantes 3, entre ellas su tradicional bastión, el departamento de La Paz, y adicionar, además, casi el 60% de los 339 municipios.
Según datos a boca de urna a una semana de que el Tribunal Supremo Electoral ventile los resultados oficiales, el MAS ganó, por mayoría absoluta (50%+1), las gobernaciones de Pando (norte), Oruro (sudoeste), Potosí (sudoeste) y Cochabamba (centro) y, por mayoría relativa, las Chuquisaca (sudeste) y Beni (nordeste), lo que gatillará una segunda vuelta en ambas regiones el 3 de mayo.
Su candidato en Chuquisaca, Esteban Urquizu, alcanzó 47% de los votos y el adversario, de éste, disidente del MAS, Damián Condori, 43%, siempre según resultados a boca de urna.
En Beni, bastión de la oposición de derechas, el candidato oficialista Alex Ferrier sumó 40% de los votos, en tanto que el liberal Sandro Giordano cosechó 32% de los sufragios.
De acuerdo con la ley electoral, el ganador, en el nivel de departamental (gobernación), debe conseguir necesariamente al menos 40% de los votos y una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre su inmediato perseguidor o, en definitiva, el 50%+1 del caudal total.
Cinco meses después de ganar las elecciones generales con 62% de los votos, lo que franqueó el tercer mandato consecutivo de Morales, el MAS resignó su tradicional nicho electoral, La Paz, como también el de Santa Cruz, en manos de la oposición desde 2006, y Tarija.
El MAS había ganado en Santa Cruz en las elecciones presidenciales del 12 de octubre reciente.
La oposición se anotó victorias en 6 de los 10 municipios principales del país, perdió, a manos del MAS en 3 y, en el restante, Cobija, capital de Pando, disputaba voto a voto la victoria.
El MAS se anotó inéditos triunfos en los municipios de Sucre y Trinidad, hasta ahora en manos de la oposición de derechas.
De acuerdo con el conteo rápido de Ipsos Apoyo y Mercado para la red televisiva ATB, el triunfo oficialista se consolidó en los 329 municipios periurbanos y rurales restantes, nivel en que consolidó a su favor 222.
El opositor Luis Revilla ganó el municipio de La Paz, como así Soledad Chapetón el de la ciudad vecina de El Alto y la gobernación quedó el manos de un disidente del MAS, Félix Patzy.
Al cabo de la impecable jornada electoral, signada por una alta concurrencia ciudadana y ausencia de hechos violentos, el vicepresidente Alvaro García Linera estableció que "el MAS se consolidó como la única fuer política a nivel nacional, tuvo presencia en 339 municipios, en nueve gobernaciones, en asambleas departamentales".
En consideración a que la oposición a Morales, de diverso signo e ideología, se hizo de manera aislada de municipios importantes y gobernaciones, el Vicepresidente concluyó que "fuera del MAS no hay otra fuerza política que tenga presencia en los nueve departamentos" bolivianos.
Presa al menos de euforia, la oposición significó, en boca del gobernador electo de Santa Cruz, Rubén Costas, la emergencia de una nueva fuerza política en un país donde Morales permanece imbatible en las 11 últimas elecciones nacionales, subnacionales, para asambleístas, magistrados y un referendo revocatorio.
Poco más de 6 millones de bolivianos concurrieron a las urnas para elegir, de entre más de 16.000 candidatos a nueve gobernadores y 339 alcaldes y otras 4.500 autoridades subnacionales en el acto electoral número 21 desde que fue restaurada la democracia en Bolivia en 1982.
Misiones de observación internacional alabaron la convicción democrática del pueblo boliviano.
Fuente: Agencia Boliviana de Información