Por Raymond Blancafort
Para Mundo Deportivo
Los nombres de Jaime Alguersuari, Sebastian Buemi, Jarno Trulli, Frank Montagny, Luca Di Grassi, Nelson Piquet Jr, Karum Chandhok, Bruno Senna, Nick Heidfeld o Stephane Sarrazin sonarán sin duda a los aficionados de la F1. Katherine Legge, Nico Prost, Ho Pin Ting y Oriol Servià quizás también porque, o bien han sido probadores, o hicieron test con vistas a entrar en F1.
Todos ellos se encontrarán este sábado en Beijin para la carrera inaugural de un nuevo campeonato orquestado por Alejandro Agag. Un campeonato innovador y que para algunos marca el futuro de las carerras. Todos los monoplazas son idénticos y eléctricos.
La Fórmula E quiere ser la primera competición libre de emisiones y nace con vocación de promover este tipo de propulsión, de explorar y mejorar esta tecnología y darla a conocer.
"Es una apuesta interesante e innovadora. Todas las pruebas son en circuitos urbanos, para acercarse al público. Los coches no son muy potentes, 250 CV en calificación y unos 200 en carrera, pero son eléctricos, con lo que las aceleraciones son instantáneas", explica Jaime Alguersuari, que correrá con Virgin Racing, el equipo promovido por el millonario Sir Richard Branson.
"Todo es muy nuevo. Tan distinto que quizás hay que darle tiempo para que madure. Los coches no tienen mucho efecto suelo, los neumáticos son los mismos que utilizan algunos coches deportivos. El tema está en la gestión de la energía eléctrica. Hay que saber dosificarla para llegar a la meta", señala Alguersuari.
Las baterías son pesadas (320 kg. el pack completo) y ocupan espacio. La energía que almacenan es todavía limitada. A ritmo de calificación apenas daría para siete u ocho minutos de carrera. El piloto debe hacer al menos 20', ya que la carrera durará 40 minutos. ¿Cómo se consigue duplicar la autonomía? Muy sencillo: la parada en boxes no es para cambiar neumáticos sino para cambiar de coche. El piloto dispone de dos coches y deberá saltar raudo de uno a otro y elegir el momento ideal para hacerlo. Las carreras se presumen muy tácticas.
Circuitos urbanos de rectas y ángulos. Se necesitan frenadas potentes para recuperar energía. No será un problema sólo de manos, sino de inteligencia al correr. Varios equipos de F1 han colaborado en el proyecto y algunas marcas han mostrado ya su interés