
El vínculo entre el diputado José Luis Espert y el empresario con pedido de captura internacional Federico "Fred" Machado ha girado en torno a una pregunta central: ¿El pago de $200.000 dólares en 2020 fue por una consultoría profesional o fue un aporte encubierto para su campaña electoral de 2019?
Espert evadió su participación en la transacción hasta que el diario La Nación difundió las pruebas de la transferencia que le hizo Machado. Recién entonces, ensayó una explicación que no convenció ni al núcleo duro libertario. Y, luego, fue alimentando por goteo un relato a todas luces divorciado de la verdadera trama del caso, donde la cuarentena global por la pandemia de Covid 19 se convirtió en la principal justificación para el trabajo inconcluso.
José Luis Espert fue designado por el presidente Javier Milei en el primer lugar de la lista bonaerenses de diputados nacionales de La Libertad Avanza. El lunes 6/10/2025 comunicó la renuncia a la candidatura.
La sospecha sobre la vinculación de Espert con el narcoempresario que lo financió en plena campaña presidencial surgieron con el pedido de captura. Tuvo cuatro años para armar la coartada que resultó fallida.
Según la versión del libertario, Machado lo contrató en plena campaña de 2019 como consultor económico para evaluar la reestructuración de la deuda de una minera guatemalteca de su propiedad: Minas del Pueblo.
Espert aseguró que acordó con el contratante iniciar su trabajo después de las elecciones de octubre de ese año, en las que se presentó como candidato a presidente. Esto generó una primera contradicción: aunque sostuvo que su contratación respondía a una supuesta situación acuciante para la empresa derivada del peso de su deuda, el plan de rescate pudo postergarse sin problema.
A comienzos del 2020, Espert recibió $200.000 dólares de la minera del empresario que está preso por lavado de dinero del narcotráfico a instancias de la Justicia de Estados Unidos.
El pago correspondió a un adelanto de sus honorarios por la supuesta consultoría. Entonces, sobrevino la cuarentena global por la pandemia de Covid 19 y, en su relato, no pudo viajar a Guatemala a realizar el trabajo de campo, con lo cual —aseveró— quedó trunca la asesoría.
La contradicción que invalida la coartada
Un análisis del plazo de vigencia del contrato, el adelanto suculento recibido por Espert y los periodos de cuarentena en Argentina y Guatemala revela que hubo un extenso período de tiempo en el cual el viaje a Guatemala era objetiva y legalmente posible, antes de que el factor criminal se volviera determinante.
Espert declaró: "Se interrumpieron los pagos por la cuarentena, porque yo debería haber viajado y no viajé por la cuarentena a Guatemala". Sin embargo, esta afirmación es insostenible al contrastarse con los calendarios de restricciones aéreas:
El cierre del tráfico aéreo internacional en Guatemala cesó en septiembre de 2020, y la relación contractual con Machado continuó hasta mediados de 2021, según la coartada de Espert. Es decir, desde la reapertura del aeropuerto internacional La Aurora en septiembre de 2020 hasta la ruptura unilateral (aproximadamente en junio de 2021), Espert tuvo un periodo de aproximadamente nueve meses en el cual:
- Guatemala estaba abierta a vuelos internacionales.
- Argentina permitía la salida de ciudadanos argentinos.
Si el trabajo requería presencia física y la cancelación se debía únicamente a la logística pandémica, Espert tuvo una amplia ventana para viajar y cumplir con el compromiso por el que ya había cobrado $200.000. El hecho de que la interrupción del trabajo se extendiera hasta 2021 debilita dramáticamente la justificación de la "cuarentena" como único impedimento.
El efecto del pedido de captura
El libertario rompió el contrato de forma unilateral quedándose con los $200.000 dólares que había cobrado por el trabajo que no entregó. La explicación de Espert es que el final definitivo de la relación no se debió a un tema de salud o logística, sino a una revelación sobre su cliente.
Desde 2021, el financista de Espert cumple prisión domiciliaria en Río Negro, mientras el proceso para su extradición avanza en cámara lenta en la Justicia argentina bajo la dirección de la Corte Suprema.
Sostuvo que se desvinculó de la minera y decidió "no cobrar un mango más" cuando se enteró de la naturaleza ilícita de su contratante. Este descubrimiento se produjo a mediados de 2021, coincidiendo con la noticia del pedido de captura internacional contra Fred Machado.
Espert reconoció que la razón real y terminante para la ruptura fue el conocimiento de que Machado era un presunto narcotraficante y no una restricción de movilidad. El libertario se declaró ingenuo como argumento para explicar sus vínculos con el narco, mientras acusaba de delincuente al denunciante. Lo mismo hizo Javier Milei cuando quedó pegado en la estafa Libra.
La coartada de la cuarentena, si bien inicialmente válida, pierde fuerza al contrastarse con el amplio período de reapertura aérea, reforzando la tesis de que el factor principal de la desvinculación fue la criminalidad de Machado, y no el factor sanitario. La controversia, por lo tanto, no reside en si Espert pudo viajar, sino en por qué el trabajo se mantuvo pausado durante meses cuando el viaje era factible, y por qué el monto cobrado nunca fue devuelto. Con su relato, el libertario alimentó la hipótesis de que los 200 mil dólares fueron otro aporte del narcoempresario a su campaña presidencial de 2019.