En el último capítulo de la temporada 25 de Los Simpson, Homero es designado para ser árbitro del último partido de la Copa del Mundo, y le encargan darle una “manito” a Brasil, que llega a la final y se enfrenta con Alemania.
La mafia soborna con un millón de dólares a Homero para sancionar un penal a favor de la "Verdeamarelha", pero el personaje se niega y los europeos ganan el partido por 2 a 0.