En el apartado "necesidad e idoneidad" del pliego administrativo, la Policía apuntó que "es el ideal para acometer el control de masas" debido "a la actual dinámica social".
La Policía Nacional española quiere mejorar sus unidades antidisturbios con la adquisición de un camión que lance agua y licitó este lunes el concurso de adquisición por un valor 408.000 euros, que con impuestos subirá a 493.000 euros.
Hace muchos años que no se ve en las calles españolas este tipo de vehículo policial, que por ejemplo sí se utiliza para reprimir protestas y manifestaciones en otros países, como en Turquía, Chile o Alemania.
En España "la imagen de un camión lanzado agua a los manifestantes nos retrotrae a los últimos años del fraquismo y los primeros de la transición", señaló el sitio 20minutos.es. "Ahora tenemos cinco", señalan fuentes policiales, "pero viejos y obsoletos con escasa autonomía que rara vez se han utilizado. La última que yo recuerde fue en las manifestaciones contra la guerra de Irak, pero no se llegaron al final a poner en la calle", explican las mismas fuentes. La dirección de la Policía, en un documento fechado el 26 de noviembre, justifica la compra de este vehículo porque "es necesario para proteger el libre ejercicio de derechos y libertades, y garantizar la seguridad ciudadana".
En el apartado "necesidad e idoneidad" del pliego administrativo, la Policía cree que este vehículo "es el ideal para acometer el control de masas" debido "a la actual dinámica social".
La Policía también considera que su compra es necesaria "para reestablecer el orden público de la forma menos lesiva posible". En las características técnicas, la Policía pide un vehículo con capacidad para 7.000 litros de agua y otro depósito de 60 litros de colorante. El cañón que dispare el agua debe abarcar un giro horizontal de al menos 180 grados.