River y Tigres empataron en Monterrey por el partido de ida de la final de la Copa Libertadores de América.
En un partido cerrado y con pocas llegadas, River impuso su ritmo y maniató a Tigres, que fue pura impotencia durante los 90 minutos. El empate le cae mejor a los Millonarios, que definirán el certamen de local en siete días.
El equipo dirigido por Marcelo Gallardo se retiró con la preocupación de las lesiones que afectan a los uruguayos Rodrigo Mora y Tabaré Viudez, además de la tarjeta amarilla que vio Gabriel Mercado, quien no podrá jugar la revancha en Núñez, programada para el miércoles próximo, en el estadio Monumental.
El juego tuvo en su etapa inicial idas y vueltas en cuanto al dominador del juego. En los primeros minutos la presión de los dirigidos por Marcelo Gallardo surgió efecto y el partido se jugó en campo de los conducidos por Ricardo Ferretti. Pero la tendencia se revirtió con el correr de los minutos.
Tigres comenzó a ganar en el juego por las bandas de Jurgen Damm por derecha y el argentino Damián Alvarez por izquierda, eso se reflejó en las amonestaciones de los laterales Leonel Vangioni y Mercado.
El conjunto local atacó con mucha gente y lo metió en el área al visitante, lo que obligó a River a jugar largo para buscar a sus atacantes. Y eso desgastó a Lucas Alario, Rodrigo Mora y Tabaré Viudez.
Con el correr de los minutos River minimizó a Tigres y si bien no generó en ataque jugadas claras, logró maniatar al local, sin pasar mayores sobresaltos.
La síntesis de esos 45m. iniciales fue que River generó poco pero logró que Tigres no juegue. El francés André Gignac bajó varias pelotas de espalda al arco, pero los volantes nunca llegaron. La rebeldía de los mexicanos con su gente como respaldo, no estuvo a la altura de la envergadura del máximo certamen continental.
Un rebote en Vangioni que dio en el travesaño, tras un centro de Egidio Arevalo Ríos a los 17m., un cabezazo del brasileño Rafel Sobis a los 19m. y un mano a mano de Alario a los 34m. fueron las aproximaciones con más riesgo que tuvo la etapa inaugural.
En el arranque del complemento, River sintió las bajas por lesión de los uruguayos Viudez y Mora (ambos quedaron muy comprometidos para jugar el cotejo desquite), pero ese factor no le provocó alteraciones a su plan original.
River logró aguantar sin sufrir los intentos de Tigres, porque ambos equipos se neutralizaron constantemente, aunque el punto en condición de visitante parecería tener mayor valor para el equipo argentino (igualaron en los dos juegos de la fase de grupos del certamen), que define la serie como local la semana próxima.
En su quinta final por Copa Libertadores en la historia del conjunto de Núñez, el defensor Jonatan Maidana fue el punto más alto por controlar a dos delanteros difíciles como Gignac y Sobis. Tuvo como socios a su compañero de zaga Ramiro Funes Mori y al volante central Matías Kranevitter.
Tigres dispuso de la chance más clara en ese segundo tiempo a los 38m., cuando Damm recibió una asistencia entre líneas del ingresado Jesús Dueñas; Vangioni falló en el despeje y el lateral volante quedó mano a mano con Barovero. El arquero hizo perder tiempo al jugador mexicano y permitió el cierre del ya reincorporado Vangioni.
En suma se trató de una final típica de ajedrez, con mucha estrategia y táctica de parte de ambos. Pero carente de emociones, a lo largo de los 90 minutos.
La revancha se jugará en el estadio Monumental de Núñez el próximo miércoles 5 de agosto y según marca el reglamento de Confederación Sudamericana (Conmebol) para esta instancia decisiva no se tendrá en cuenta el doble valor del gol en calidad de visitante.
Al cabo del segundo partido, si se mantiene la paridad, se disputarán 30 minutos de tiempo suplementario y en caso de empate el campeón será resuelto a través de la ejecución de tiros penales.
A pesar de haberse clasificado como el peor segundo de la fase inicial, River definirá la Copa Libertadores de local y ya tiene su lugar en el Mundial de Clubes en Japón, porque los equipos mexicanos participan como invitados en esta Copa Libertadores.
Fuente: Télam