El fiscal Daniel Carniello dio la última nota en plena recta final al balotaje y con el PJ de Mendoza rogando que pase rápido el tiempo hasta el 10 de diciembre para dejar atrás su rol oficialista y asumir en la oposición, como definieron las urnas el 21 de junio. El fiscal especial imputó en un rato al intendente de Guaymallén, Luis Lobos, y al ministro de Hacienda, Juan Gantus, en causas distintas.
La inmensa mayoría de las causas penales por corrupción no llegan a condena, a pesar de la repercusión mediática que tienen, más aún cuando los "avances" judiciales se producen campaña.
El ministro de Hacienda cayó en una denuncia enmarcada en una guerra de comerciantes de insumos médicos, en la que una de las partes acusa a la otra de contar con predilección del gobierno que contrata en nombre del Estado. En concreto, el gobierno le pagó a un proveedor y al competidor no. Lo denunciaron. El fiscal admitió la denuncia, ahora iniciará una investigación, probablemente, larga.
En el caso de Lobos, fue imputado en el marco de una causa iniciada a instancias del concejal del FIT Federico Telera y un grupo de abogados encabezados por el avezado Carlos Varela Álvarez. La investigación que admitió iniciar el fiscal Carniello buscará determinar si Lobos montó una organización para enriquecerse con la comuna.
Lobos es intendente interino en reemplazo del electo Alejandro Abraham, quien renunció a la jefatura del gobierno comunal para asumir una banca en Diputados de la Nación, en diciembre de 2013. La denuncia que generó la causa en la que fue imputado Lobos se radicó hace un año. Los datos surgieron de un expediente que fue dejado por un anónimo en el despacho del concejal de la izquierda en Guaymallén.