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El Sumo Pontífice recordó en la ONU que en el mundo existe gran desorden causado por las ambiciones descontroladas y los egoísmos colectivos.
El papa Francisco criticó este viernes los sistemas crediticios que lejos de ofrecer progreso, someten a mayor pobreza, exclusión y dependencia. Y agregó: "La disgnidad tiene tres nombres, techo, tierra y trabajo".
De acuerdo con el Santo Padre, los organismos financieros internacionales deben evitar ese fenómeno y velar por el desarrollo sustentable de los países, al limitar todo tipo de abuso o de usura
En su intervención ante 160 jefes de Estado y de Gobierno, el Sumo Pontífice recordó que en el mundo existe gran desorden causado por las ambiciones descontroladas y los egoísmos colectivos.
“Dar a cada uno lo suyo, siguiendo la definición clásica de justicia, significa que ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de las otras personas singulares o de sus agrupaciones sociales”, expresó en la sede del organismo internacional.
Protección del medio ambiente y fin de la exclusión
De acuerdo con el Papa, cualquier daño al ambiente es es un daño a la humanidad. “Cada una de las criaturas, especialmente las vivientes, tiene un valor en sí mismas, manifestó Francisco, quien recordó que para todas las creencias religiosas, el ambiente es un bien fundamental.
En ese sentido, expresó que el abuso y la destrucción del ambiente, al mismo tiempo, van acompañados por un imparable proceso de exclusión. En efecto, un afán egoísta e ilimitado de poder y de bienestar material lleva tanto a abusar de los recursos materiales disponibles como a excluir a los débiles y con menos habilidades, ya sea por tener capacidades diferentes (discapacitados) o porque están privados de los conocimientos e instrumentos técnicos adecuados o poseen insuficiente capacidad de decisión política.
Según el Obispo de Roma, la exclusión económica y social es una negación total de la fraternidad humana y un gravísimo atentado a los derechos humanos y al ambiente.
Cultura del descarte
Como ha hecho en diversos discursos, el Papa denunció nuevamente este viernes lo que llama la cultura del descarte. El Santo Padre señaló que esos atentados contra la naturaleza y las acciones de exclusión repercuten, sobre todo, en los más pobres, “por un triple grave motivo”: son descartados por la sociedad, son obligados el mismo tiempo a vivir del descarte y deben sufrir injustamente las consecuencias del abuso del ambiente.
Estos fenómenos conforman la hoy tan difundida e inconscientemente consolidada cultura del descarte, reiteró.
En su discurso el papa apeló al Martín Fierro, un personaje clásico de la literatura argentina, para hacer un llamado a la unidad y la defensa de los intereses comunes por sobre los personales al llevar a las Naciones Unidas su mensaje de paz y esperanza.
"El mundo contemporáneo -dijo- experimenta una creciente y sostenida fragmentación social que pone en riesgo todo fundamento de la vida social y por lo tanto termina por enfrentarnos unos con otros para preservar los propios intereses".
Acto seguido, y en medio de aplausos, recordó una conocida frase del libro de José Hernández: "Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera".
Francisco tocó apenas de refilón el tema de la inmigración, que ha sido uno de sus caballitos de batalla durante su visita a Estados Unidos, pero abordó varios de los asuntos en los que ha venido haciendo hincapié como la necesidad de combatir la desigualdad económica y de preservar el medio ambiente.
A su vez reconoció la importancia de las Naciones Unidas pero hizo un llamado velado para que se implemente una reforma que dé voz y voto a todo el mundo.
El primer papa latinoamericano dejó en claro de entrada que iba a hablar con la misma franqueza de siempre y luego de elogiar el papel de las Naciones Unidas dijo que era importante hacerla más democrática.
Fuente: cubanamera.org/AP/TELESUR