Con el triunfo rotundo en Mendoza a Julio Cobos se le abrió una gran avenida en la carrera presidencial, pero el principal obstáculo en la actual coyuntura es la estrategia del senador nacional por Mendoza.
Por Javier Polvani
@javierpolvani
-¿Alguien sabe si viene el Ernesto? o ¿Adónde está?
-Me acaba de llamar, estaba entrando al búnker en Buenos Aires.
-No va a parar hasta volver a voltear al Julio.
El diálogo lo escuchó este cronista en el Comité Provincia de la UCR de Mendoza entre un operador y un dirigente de primera línea del partido radical mendocino, cobista de la primera hora y del denominado sector Territorial (que fundó el senador Ernesto Sanz y que, luego, salvo su fundador, se hizo fanático de Julio Cobos).
El territorial fantaseaba con que Sanz pudiese sumarse a los candidatos mendocinos electos en los festejos del búnker armado en el Comité Provincia, pero el sanrrafaelino estaba en otra. El cobismo duro, y muchos otros también, creen en la hipótesis desarrollada por el politólogo Rosendo Fraga: "El único sentido que tiene la candidatura de Sanz es complicar la candidatura de Cobos", analizó.
Y el mendocino del Sur no hizo otra cosa desde el domingo a las 18 que potenciar su intención de complicar a Cobos, según Fraga, o de tratar de instalarse como presidenciable, de acuerdo a la respuesta del senador nacional radical por Mendoza a la teoría del analista.
Mientras en Mendoza los radicales volvían a festejar medianamente unidos luego de los trastornos por la ruptura que provocaron Roberto Iglesias y Víctor Fayad, el presidente que viene en el Comité Provincia, Sergio Pinto, confesó su angustia frente a la situación de Cobos y Sanz. El ex intendente de La Paz y ex ministro de Cobos en Mendoza conoce desde el principio tanto a Cobos como a Sanz y no cree tener a esta altura de la relación entre ambos ninguna chance de influir para que algo cambie.
El temor de la cúpula que rodea al ex vicepresidente es que éste toma las decisiones trascendentes alejado de los instrumentos partidarios y no siempre pesa sus decisiones con la misma balanza que los operadores o constructores de poder partidario. Ningún dirigente a Cobos lo escuchó sacar conclusiones sobre la relación con Sanz, pero la gran mayoría de los que más lo conocen creen que el ex gobernador no dará una batalla contra el senador nacional en un campo de guerra.
Sanz ya boicoteó la candidatura presidencial de Julio Cobos en 2011, con un lanzamiento propio para terminar dejando como candidato único a Ricardo Alfonsín, con el mendocino excluido antes de dar una contienda electoral interna.
En aquel momento, crecía la expectativa electoral de Cristina Fernández, que terminó redondeando 54% de los votos en los comicios, y Cobos decidió volverse a Mendoza, sin cargo, para saltar a la arena nuevamente en la campaña para los comicios de este domingo.
Ahora en el círculo cobista provincial, que encierra una combinación variopinta de sectores internos, no son pocos los que temen que Cobos haga lo mismo que en 2011 si insiste Sanz con su candidatura, sobre la que los cobistas en general creen que sólo una excusa para impedir la de Cobos, tal como lo desarrolló Fraga.
Las especulaciones sobre el futuro del ex vicepresidente son solo especulaciones, porque, como remarca toda la primera línea dirigencial que le responde en Mendoza, Cobos juega su carrera política desapegado de las opiniones partidarias.
Cobos ganó en Mendoza por 20 puntos de diferencia contra el Frente para la Victoria, la mayor victoria del radicalismo en el país, donde ganó también en Santa Cruz, por 17 puntos de ventaja, y Jujuy, por un punto.
