Peritos confirmaron que Neruda no murió envenenado por una inyección a pedido de Pinochet sino de cáncer

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"Se confirma por diversas técnicas complementarias entre sí la existencia de lesiones metastásicas diseminadas en varios de los segmentos del esqueleto", señala el informe. 

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PABLO NERUDA

El poeta chileno Pablo Neruda no murió por envenenamiento sino del cáncer de próstata que sufría y por el que estaba siendo tratado en la Clínica Santa María de Santiago (capital) días antes de su fallecimiento, según confirmaron este viernes peritos internacionales.

La corresponsal de teleSUR en Chile, Beatriz Mitchel, informó que "los peritos están dando a conocer los resultados de las pruebas a los restos del poeta Pablo Neruda y dicen que no se han encontrado sustancias tóxicas ajenas, sino sustancias de los remedios que se le estaban suministrando producto del cáncer de próstata que sufría".

El informe de los especialistas "es bastante concluyente, pero continuará el proceso judicial y será el juez el que concluya la verdad de todo esto", señaló la periodista.

Asimismo, indicó que la familia del poeta "aún no da a conocer cuáles serán los próximos pasos".

"Se confirma por diversas técnicas complementarias entre sí la existencia de lesiones metastásicas diseminadas en varios de los segmentos del esqueleto, en justa correspondencia con la enfermedad por la que estaba siendo tratado el señor Pablo Neruda", señaló una de las conclusiones del informe dado a conocer en la mañana de este viernes por el director del Servicio Médico Legal, Patricio Bustos, en el Auditorio de los tribunales de Familia de Santiago.

Los exámenes toxicológicos fueron analizados en Carolina del Norte, en Estados Unidos, y en la Universidad de Murcia, en España, y determinaron la inexistencia de sustancias químicas en el cuerpo de Neruda y, por tanto, descartaron la hipótesis de un envenenamiento.

Este peritaje había sido solicitado por el juez Mario Carroza, en el marco de la investigación para esclarecer si el poeta falleció producto de la enfermedad que padecía o bien por una inyección aplicada por miembros de la dictadura de Augusto Pinochet, como ha sostenido el chofer y asistente de Neruda, Manuel Araya.

De acuerdo con Araya, "alrededor de las cuatro de la tarde de ese día (23 de septiembre de 1973) le pusieron una inyección en el estómago. Me dijeron que era dipirona (un analgésico) para el dolor".

Horas después de la presunta inoculación el poeta falleció, sostuvo el chofer, quien acompañaba a Neruda en la habitación de la clínica Santa María de Santiago, hasta donde había sido trasladado.

Existen antecedentes de que en la misma clínica falleció en 1982 el expresidente demócrata cristiano Eduardo Frei (1964-1970), envenenado con gas mostaza y toxina botulínica, según revelaron posteriores investigaciones judiciales.

Las primeras pruebas realizadas por el Servicio Médico Legal reveladas el pasado 2 de mayo confirmaron que Pablo Neruda padecía de un cáncer avanzado, pero no determinaron si eso fue la causa de su muerte.

Fuente: Telesur

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