Los familiares de las víctimas del 19 y 20 de diciembre de 2001 repudiaron la movilización a Plaza de Mayo de la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli por hacer una protesta contra el Gobierno el mismo día que "cuando nuestro pueblo estará recordando aquellos dolorosos días de 2001".
"El 19 y 20 de diciembre quedaron marcados en el calendario del pueblo como las fechas de una rebelión popular que fue masacrada", afirmaron los familiares en un comunicado.
En ese sentido, manifestaron que "duele que en una fecha de conmemoración de los seres amados que no están, se convoque a una movilización sectorial que no tiene por objetivo ningún tipo de acto de memoria sobre lo que pasó en esos días y, puntualmente, en la Plaza de Mayo".
Los familiares también apuntaron su crítica a la Unión Cívica Radical (UCR)porque ese año era el partido de gobierno con el entonces presidente Fernando De la Rúa.
Al respecto, repudió que la marcha de Moyano y Micheli sea acompañada por la UCR porque ese partido "nunca le pidió perdón a nuestro pueblo, ni reconocieron su responsabilidad en los asesinatos, ni hicieron una autocrítica del daño que le hicieron a nuestro país".
39 muertos
Durante las protesta sociales del 19 y 20 de diciembre fueron asesinados 39 personas en distintos lugares del país, aunque la mayoría de los crímenes sucedieron en la ciudad de Buenos Aires.
Las noticias de saqueos a supermercados llegaban a través de imágenes que se transmitían por televisión y la crisis económica azotaba a las familias. Frente a la movilización popular, el presidente De la Rúa decretó el estado de sitio. Pero el pueblo no acató y esa misma noche salió a la calle.
La Plaza de Mayo se convirtió, en pocas horas, en el epicentro del reclamo, donde el “que se vayan todos” resonó con fuerte indignación. Las fuerzas de seguridad reprimieron y el resultado fueron 39 personas fallecidas a manos del accionar de la policía –durante las dos jornadas- entre ellos, 9 menores.
El corralito financiero que impuso el por entonces ministro de economía, Domingo Cavallo, dejó en la lona a cientos de familias de clase media, que veían cómo sus ahorros se esfumaban, y salieron a la calle a reclamar junto a los sectores populares. Así nacieron los “caceroleros”, mientras los saqueos continuaban produciéndose en distintos puntos del país. Muchos comerciantes desesperados ante la pérdida de su mercadería, decidieron bajar las persianas.
Las protestas se extendieron durante la madrugada del 20 de diciembre, frente a la casa del Ministro de Economía Domingo Cavallo, que más tarde anunciaba su renuncia. A pesar del estado de sitio decretado por De la Rúa, las calles de todas las ciudades del país se llenaron de protestas.
En la mañana del 20 de diciembre todavía quedaban unos pocos manifestantes en Plaza de Mayo, entre los que principalmente se encontraban oficinistas, empleados, amas de casa, niños, y comenzaron a arribar miembros de organizaciones políticas.
La Casa Rosada, que por entonces no se encontraba vallada, comenzó a ser protegida a partir del mediodía y la represión continuó durante la jornada del 20 de diciembre, pero la gente siguió en la plaza, manifestando su disconformidad ante una situación económica y social que resultaba insostenible.
De la Rúa, mediante un discurso transmitido por Cadena Nacional durante la tarde, anunciaba que no renunciaría a la presidencia e instaba a la oposición y otros sectores a dialogar abiertamente.
Pero la solicitud del por entonces mandatario se diluyó: tres horas después, De la Rúa, renunciaba a su mandato y abandonó la Casa Rosada en un helicóptero que sobrevoló por encima de los miles y miles de ciudadanos que se habían acercado a la plaza para pedir “que se vayan todos”.
Fuente: Terra/Infonews