El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró este martes que el nuevo peritaje del arma con la que murió el fiscal Alberto Nisman "no modifica el rumbo de la investigación" y supone "un dato más" el hecho de que se haya determinado que el uso de la pistola dejaba rastros de pólvora, aunque la información contradiga los dos informes anteriores sobre el caso.
"Hay que mirarlo con mucho detenimiento, no dice exactamente nada", relativizó el ministro sobre las nuevas pruebas, por lo que concluyó que "pareciera que no están dadas las condiciones para recrear la muerte en el baño ese", en donde murió el fiscal, en enero pasado.
El lunes, un estudio detectó rastros de pólvora en las manos de la persona que efectúa un disparo con una Bersa calibre 22, mientras que los dos primeros habían dado negativo, lo que abonó las sospechas de que alguien más pudo haberlo hecho, ya que Nisman no tenía ese tipo de rastros en sus manos al momento del hallazgo de su cuerpo en el departamento de Puerto Madero.
