El gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera, encabezó la cuarta edición del homenaje a la sanmartiniana Expedición Auxiliar Zelada-Dávila, desarrollada en enero de 1817. El hecho histórico fue recreado por más de un centenar de jinetes y gauchos riojanos que llegaron al hito argentino chileno de Comecaballos, a 4600 metros de altura.
La expedición partió desde Barrancas Blancas, a 4.200 metros de altura, y se fue introduciendo en un paisaje extraordinario que esconde destinos de alta montaña que suelen ser visitados por viajeros gustosos de aunar historia con sitios fascinantes.
Al gobobernador riojano Beder Herrera, el homenaje a la expedición sanmartiniana se le complicó en el terreno mucho más que el realizado un poco antes al ex mandatario de esa provincia y ex presidente, Carlos Menem, aunque la foto de aquel reconocimiento le generó más ruido en la arena política.
La columna integrada por el gobernador, a lomo de mula, fue sorprendida por una tremenda tormenta en cercanías a Guandacol, donde confluyen tres ríos que estaban crecidos. Superada la difícil situación climática el grupo de jinetes siguió camino hasta Zapallar, donde lo esperaba una recepción con sopa de gallina casera, antes de continuar el periplo hasta el caserío de Las Cuevas, donde hicieron noche en casas de familias.
Un participante ilustre de la travesía fue Florencio Gordillo Dávila, tataranieto de Nicolás Dávila -segundo jefe de la expedición que lideró el uruguayo Francisco Zelada-, quien dijo a la agencia Télam que “Mendoza, San Juan y La Rioja tienen el privilegio de haber integrado las seis columnas auxiliares de San Martín”.
Y relató que “esta ha sido la acción militar más importante que tuvo La Rioja, en pos de la emancipación de América y no de las luchas intestinas que vinieron después, y lo bueno de la estrategia de San Martín fue hacer confluir las columnas el 12 de febrero, día de la batalla de Chacabuco, salvo una que llegó antes por necesidad de logística, y eso que no había celulares ni satélites”.
Aproximándose el bicentenario del cruce de los Andes, que se cumplirá en 2017, Dávila se propone “llegar a Copiapó con la expedición”, lo cual requiere sumar unos siete días de marcha en territorio chileno.
Fuente: Perfil
