El Fondo Monetario Internacional publicó un informe previo a la celebración de la cumbre de líderes del G-20 en la ciudad china de Hangzhou en el que alerta de que los datos recientes "muestran actividad débil, incremento más lento del comercio y una muy baja inflación", lo que apunta a un "ritmo de crecimiento global este año incluso más modesto" de lo anticipado.
Los riesgos asociados a ese débil crecimiento son una mayor reducción de los incentivos para invertir y una "desaceleración del comercio", según el FMI.
Asimismo, se advierten una serie de "dinámicas negativas" en el largo plazo para el crecimiento, como el envejecimiento de la población, el bajo incremento de la productividad y una "ansiedad creciente acerca de la globalización".
Fundamentalmente por los efectos de la victoria del sí en el referendo sobre el "Brexit", el Fondo rebajó en julio una décima sus perspectivas de crecimiento mundial para este año y 2017, que quedaron en el 3,1% y 3,4%, respectivamente.
El autor del informe divulgado este jueves, Helge Berger, no quiso adelantar en una rueda de prensa si esas proyecciones serán ajustadas de nuevo en octubre, cuando el FMI celebra su asamblea anual en Washington.
Berger sí anticipó que algunas economías avanzadas como EEUU van a crecer este año "menos de lo esperado" y que, en el caso de las emergentes, se están viendo "señales mixtas".
Por ello, las conclusiones del informe del FMI señalan que "más progreso es urgente" por parte de los miembros del G-20, sobre todo porque el grupo "no está cumpliendo" con la meta de elevar el producto bruto interno (PBI) colectivo en un 2% adicional para 2018.
Además, el FMI recomienda que, mientras la demanda es "todavía insuficiente", la adopción de políticas monetarias y fiscales puede "apoyar el crecimiento a corto plazo" a la vez que "acelera el impacto positivo de las reformas estructurales".
En un artículo publicado también este jueves, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, alertó de las amenazas actuales "contra la apertura económica" y enfatizó que, "sin acciones políticas contundentes, el mundo podría sufrir un crecimiento decepcionante durante mucho tiempo".
"Es fácil culpar al comercio de todos los males que aquejan a un país. Pero frenar el libre comercio sería parar un motor que ha generado ganancias de bienestar sin precedentes en todo el mundo durante muchas décadas", argumentó Lagarde, que asistirá a la cumbre del G20 en Hangzhou.
Fuente: Ámbito