Desde la estrepitosa derrota electoral del 27 de octubre estaba planteada la idea de que algunos ministros dejarían sus cargos. Salud, el área más cuestionada.
Francisco Pérez decidió renovar su Gabinete de ministros antes de fin de año. Después de cambiar al ministro de Seguridad apurado por el conflicto salarial de los policías, el gobernador le pidió la renuncia al resto de los ministros como medio para reorganizar el equipo de cara a la segunda mitad del mandato, informó este martes en la mañana el diario El Sol.
Desde la estrepitosa derrota electoral del 27 de octubre estaba planteada la idea de que algunos ministros dejarían sus cargos, aunque nadie asegura que los desplazados dejen el Gobierno. El mandatario había explicado que no haría cambios hasta que se aprobara el presupuesto, pero los cambios en Seguridad adelantaron los tiempos. La designación de Leonardo Comperatore en lugar de Carlos Aranda fue la primera de la serie que completará Pérez tras el pedido generalizado de renuncias.
Un cambio cantado es el de Eduardo Bauzá, al frente de la Coordinación del Gabinete, puesto que el dirigente alineado con el vice, Carlos Ciurca, asumirá una banca en el Senado provincial en abril. Lo que no es un hecho es que Bauzá se vaya ahora, podría pasar el verano en el gobierno.
Entre el resto de las áreas, uno de los funcionarios jaqueados es el ministro de Salud, Carlos Díaz Russo, quien llega en una débil posición a una dura negociación salarial con los gremios duros del sector y no tiene estructura política que se juegue la ropa por mantenerlo en el cargo.
Desarrollo Social es otra cartera que podría cambiar de manos, aunque su actual titular Guillermo Elizalde no dejaría la función pública.
Los ministros de Turismo, Javier Espina, de Producción, Marcelo Barg, y de Hacienda, Marcelo Costa, serían confirmados en sus cargos.