Ciurca declaró a la provincia en emergencia en seguridad desde la Legislatura y Galuccio sacó a YPF de la licitación petrolera de Mendoza con cuestionamientos a la política local.
Por Javier Polvani
@javierpolvani
Entre los habituales ataques de la oposición, el gobernador Francisco Pérez soportó en la última semana dos golpes certeros lanzados por calificados aliados de su gestión gubernamental y su proyección partidaria. Primero, el vicegobernador Carlos Ciurca ratificó que se impone en la Provincia declarar la emergencia en seguridad, como pregona a coro la oposición y en contra de la posición fijada por el mandatario; luego, la conducción estatal de la petrolera YPF boicoteó la licitación de áreas en la provincia con fuertes cuestionamientos al modelo de negocios para la exploración y explotación previstos por el gobierno de Pérez.
En la jerga militar se denomina fuego amigo a los ataques originados en una acción ejecutada por error desde el bando propio. Pérez no ofreció públicamente su evaluación de las circunstancias que motivaron los golpes de sus aliados políticos. En el uso castrense, un ataque del bando propio cuando es ejecutado intencionalmente deja de ser fuego amigo para configurar un fratricidio.
Un cortito al mentón
“Es un tema cerrado, la emergencia no tiene sentido”, proclamó con seguridad el Gobernador el 7 de mayo, luego de que Ciurca promocionara la medida desde las horas siguientes al discurso del mandatario ante la Asamblea Legislativa del 1º de mayo. En la última semana el vice volvió a impulsar con consenso de la oposición la declaración de provincia en emergencia en materia de seguridad, en contraposición escandalosa con la estrategia postulada públicamente por Pérez.
En términos pugilísticos, Ciurca le asestó al uno de la provincia un cortito al mentón, sin fuerza para determinar la ida a la lona pero eficaz para dejar sentido al peleador por un rato.
Un jab a la cabeza
Desde que Cristina Fernández anunció la reestatización de la conducción de la petrolera YPF tuvo en el gobernador mendocino un aliado sin discusión, pero en la última semana la compañía dirigida por Miguel Galuccio pateó el tablero con un boicot a la licitación de ocho áreas que puso a consideración de los oferentes el Ejecutivo de Mendoza.
La explicación oficial que dio la empresa para dejar sin su oferta al proceso licitatorio mendocino fue que la política petrolera de Pérez conspira contra los intereses de YPF, centrados, según sus responsables, en el autoabastecimiento del país. En el ring, fue un jab a la cabeza de un mandatario que ponía buena parte de su carne en el asador de la petrolera estatal.