"Hay un plan donde el genocidio, la liquidación de etnias o la partición de Bolivia son opciones que están sobre la mesa y que según cómo evolucione la lucha social se puede optar por una u otra de ellas". De esa manera ilustró el politólogo y analista internacional Atilio Borón el desarrollo del golpe de estado en Bolivia y la violencia sanguinaria contra los manifestantes que se ha manifestado desde hace más de una semana, desde el derrocamiento de Evo Morales.
"Bolivia no es un territorio cualquiera, aquí está mano del Tío Sam. En Bolivia aparece como en Venezuela la maldición de la riqueza. En Bolivia tenemos la mayor riqueza de litio del mundo, y es un mineral considerado estratégico para uso militar en satélites y drones por los militares de Estados Unidos. Están actuando con las Fuerzas Armadas. Es a pura bala la cosa".
Respecto a la lógica del golpe en este momento, señaló que "Evo había ganado las elecciones, por estrecho margen, pero aparecieron ahora infomes demostrando que no hubo fraude. Si no hubo fraude y ganó Evo, se trataba de evitar lo que de otra manera no se podía evitar que era que fuera cinco años más presidente, lo cual era inaceptable para Estados Unidos y la derecha boliviana, combinada con un supremacismo blanco. Siempre hubo ese racismo en el Oriente, pero nunca tuvo esta virulencia porque los indígenas nunca se salieron de su lugar, que es la resignación, el oprimido, el que agachaba la cabeza sin mirar a los ojos. Eso reaparece de manera muy clara".
"Esto recuerda a la Argentina del 55, la revancha aquella, la de mostrar el lujo supuestamente fastuoso donde vivía Evita. Son elementos reactivos donde los grupos oligárquicos que han sido siempre dueños del país se toman una venganza y propinan un escarmiento bestial".
"No hay que descartar un plan Yacarta. A una escala menor pero en cuanto a la virulencia y el carácter sanguinario de la respuesta represiva esto no le va en zaga a los que se hizo en Indonesia", remarcó Borón.
El plan Yacarta fue una mortífera confabulación para el derrocamiento del popular presidente de Indonesia, Ahmed Sukarno y el exterminio físico de sus principales aliados; un pogromo cuidadosamente concebido contra los opositores, que eran acusados de comunistas, desde los tecnocráticamente despiadados tanques de ideas estadounidenses, agencias de espionaje como la CIA y el Pentágono.
Fue una matanza perpetrada en octubre de 1965, catalogada como uno de los mayores crímenes masivos del siglo XX, resultó en millones de muertos, centenares de miles de encarcelados, torturados, vejados y en el establecimiento de una feroz, corrupta y longeva dictadura militar.
"Las poblaciones están resistiendo de una manera muy heroica bajo condiciones muy desfavorables porque no tenés a los mineros armados con dinamita, que fue el elemento clave de la revolución del 52. Hoy son campesinos, cocaleros, gente que tienen hortalizas. Y en estos 50 años el Ejército recibió armamento muy sofisticado por parte de Estados Unidos. Les están disparando con helicópteros artillados desde el aire".
Genocidio y limpieza étnica
"Cuando en el 2008 Estados Unidos mandó al embajador a Philip Goldberg, que era el tipo que había dividido a la ex Yugoslavia en 7 u 8 entidades políticas, la idea era dividir a la Bolivia Oriental del llano y la Bolivia occidental del altiplano. Hacer dos países separados, en el Oriente está el grueso del gas y del petróleo y en el altiplano tenés la minería más tradicional que no es lo más importante en Bolivia. Ese proyecto está en germen en esta idea de la Bolivia europea blanca. No sería raro que si el conflicto se intensifica esto tome cuerpo", detalló Borón.
En ese sentido será clave el rol de Evo Morales en estos días desde el exterior y en un futuro proceso electoral.
Esta es la entrevista completa a Atilio Borón: