El cupo obligatorio de mosto, que empezó como un acuerdo estratégico entre Mendoza y San Juan para regular la disponibilidad de vinos en el mercado nacional, es hoy motivo de una guerra sorda entre los gobiernos de ambas provincias. Los sanjuaninos históricamente acusan a los mendocinos de violar los alcances del acuerdo del mosto y pretenden que la Nación intervenga para poner en caja a los empresarios y dirigentes políticos de la provincia con mayor producción de uvas del país.
En ese contexto, el gobernador sanjuanino José Luis Gioja le pidió el lunes al ministro de Agricultura de la Nación, Carlos Casamiquela, que bloquee los vinos de las bodegas que no hayan cumplido con elaborar el 35% de jugo de uva pactado, salvo que garanticen la exportación de los caldos o los envíen a destilación. Así lo informó este martes el Diario de Cuyo.
El planteo de Gioja ocurrió al mismo tiempo que el gobernador de Mendoza atraviesa el peor momento de su relación con la Casa Rosada desde que decidió enfrentar al kirchnerismo en la arena electoral en una alianza con Juan Carlos Mazzón y Carlos Ciurca.
El matutino sanjuanino agregó que el planteo giojista trascendió el lunes durante una visita a San Juan del ministro de Agricultura de la Nación, Carlos Casamiquela. El funcionario mantuvo una cumbre con Gioja y su equipo de Producción, el titular de Agroindustria de Mendoza, Marcelo Costa, y el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Guillermo García. Casamiquela dijo que “entre el 15 y 20 de mayo vamos a tener toda la información de la finalización de la cosecha y ahí vamos a tomar las decisiones políticas que creamos convenientes”.
Costa dijo que el denominado Acuerdo Mendoza San Juan establece multas para las bodegas que no cumplan con el porcentaje, pero agregó que “si no termina siendo un perjuicio que lleve a los bodegueros a cambiar de posición, tendremos que pensar un sistema nuevo”.
La idea del gobernador sanjuanino con su planteo ante Casamiquela va más allá. Pretende que la bodega que no cumplió con el cupo de mosto, sea sancionada con la inmovilización de un volumen de vino igual al producido por la uva que debió ir a mosto.
Días atrás, la presidenta de la Asociación de Productores del Este de Mendoza (APROEM), Gabriela Lizana, denunció que la vitivinicultura está dominada por una serie de maniobras ilegales que determinan un escenario imposible para los pequeños y medianos productores de uvas. Un puñado de mosteros se beneficiaron con los subsidios estatales, un gran número de productores no cumplió con el cupo obligatorio para mosto y se generó un mercado negro de cupos, según las principales consecuencias denunciadas.
