
La reciente decisión de la OPEP+ de aumentar la producción petrolera en 411.000 barriles diarios a partir de julio ha generado inquietud en los mercados internacionales y, en particular, en la industria petrolera argentina. Vaca Muerta, la formación no convencional clave para la producción de hidrocarburos en Argentina, enfrenta un panorama desafiante ante la caída de los precios del crudo y la mayor oferta global.
La producción de Vaca Muerta se explica en gran parte por las operaciones de YPF y un grupo de petroleras del establishment nacional que se quedó con las concesiones que otorgó Neuquén, además de un par de Río Negro.
Los dueños
Los Rocca, los Bulgheroni, los Eurnekián, los Mindlin, José Luis Chupete Manzano y El Mago, Miguel Galuccio, son los dueños de Vaca Muerta, además de ser, casi todos ellos, los dueños de la Argentina.
La petrolera estatal YPF (la mayor inversionista y productora en la formación) es controlada por Paolo Rocca desde diciembre de 2023, a instancias de una cesión del presidente Javier Milei a cambio de respaldo a la motosierra económica y cultural con la que está cortando en pedazos a la Argentina. Rocca designó en la presidencia de YPF a Horacio Marín, un viejo ejecutivo de Tecpetrol, el brazo petrolero del Grupo Techint, de los Rocca.

Los magnates argentinos avanzaron sobre los extranjeros que habían puesto fichas en Vaca Muerta, quedándose con sus inversiones, puestas en venta ante el escenario configurado por la crisis mundial y el intervencionismo de Milei contra sus posiciones, a favor de los dueños de la Argentina. Un caso fácil de entender: Milei echó a Petronas del país para dejarle la industrialización del gas a PAE, controlada por la familia Bulgheroni, a la cabeza de un conglomerado integrado por el resto de los Dueños con yacimientos en Vaca Muerta.
El golpe de la OPEP+
El precio del barril de Brent, referencia para Vaca Muerta, ha caído significativamente en los últimos meses, llegando a 61 dólares tras el anuncio de la OPEP+. Esta baja impacta directamente en la rentabilidad de los proyectos en la región, ya que por cada cinco dólares que disminuye el precio del crudo, el sector pierde aproximadamente 1400 millones de dólares en ingresos. Esto podría traducirse en una reducción de las inversiones proyectadas para 2025, que inicialmente se estimaban en 11 mil millones de dólares.
Además de la presión sobre los precios, Vaca Muerta enfrenta desafíos estructurales que dificultan su crecimiento. La infraestructura deficiente y los mayores costos de perforación en Argentina que en los campos petroleros de países competidores son dos factores negativos.
Si bien la decisión de la OPEP+ genera incertidumbre, también podría abrir oportunidades para la industria argentina. La demanda de crudo tiende a aumentar en los meses de verano, lo que podría estabilizar los precios en el mediano plazo. Además, el compromiso de los países productores de compensar los volúmenes excedentes desde 2024 podría ayudar a evitar una sobreoferta prolongada.
Vaca Muerta enfrenta un escenario complejo tras la decisión de la OPEP+ con riesgos asociados a la caída de los precios y la reducción de inversiones. No obstante, la industria podría encontrar oportunidades si logra mejorar su eficiencia operativa y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.
Impacto global de la OPEP+
La OPEP+ tiene un impacto significativo en el mercado energético global al regular la oferta de petróleo y, por ende, influir en los precios del crudo.
La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) está formada por 13 países miembros. Actualmente, son: Argelia, Angola, República del Congo, Ecuador, Guinea Ecuatorial, Gabón, República Islámica de Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar, y Venezuela.
Control de la producción y precios
La OPEP+ ajusta la producción de petróleo para equilibrar el mercado. Cuando reduce la oferta, los precios tienden a subir; cuando la aumenta, los precios pueden bajar. Esto afecta directamente la economía mundial, la inflación y las decisiones de política monetaria de países consumidores.
Impacto en la estabilidad económica
Las decisiones de la OPEP+ pueden generar volatilidad en los mercados financieros. Por ejemplo, un aumento inesperado en la producción puede presionar los precios a la baja, afectando a países productores con economías dependientes del petróleo. Por otro lado, una reducción de la oferta puede beneficiar a estos países, pero encarecer la energía para consumidores y empresas.
Geopolítica y relaciones internacionales
La OPEP+ también juega un papel clave en la geopolítica. Sus decisiones pueden responder a presiones externas, como la influencia de Estados Unidos o la competencia con otros productores como Rusia. Además, la transición energética y el crecimiento de fuentes renovables están desafiando su dominio en el mercado.