El juez Thomas Griesa llamó a una audiencia para este jueves en la tarde a los representantes de Argentina y los fondos buitre a pedido de estos últimos, quienes fueron al magistrado de Nueva York con la queja porque el gobierno nacional anunció un proyecto para cambiar la jurisdicción de pago a los bonistas reestructurados.
El jefe de Gabinete de la Nación, Jorge Capitanich, reconoció días atrás que es probable que el tribunal intente declarar a Argentina en desacato, pero aclaró que tal sentencia es "inaplicable" a un país soberano.
Una disposición del juez neoyorquino impide que Argentina pague los vencimientos de su deuda reestructurada poniendo en riesgo los resultado de los canje de 2005 y 2010, que juntaron al 92,4% de los acreedores de la deuda declarada en default a fines de 2001. La presidenta Cristina Fernández envió al Congreso un proyecto para cesar al Banco de Nueva York como agente de pago a los bonistas y continuar con el pago desde el Banco Nación Fiduciario.
