Grondona negoció sin prejuicios con dictadores y demócratas para mantenerse 35 años en la AFA

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"De la AFA me van a sacar con las patas para adelante". Julio Humberto Grondona cumplió una de sus sentencias más estridentes: murió al frente de la Asociación del Fútbol Argentino luego de 35 años de gestión sustentada en la habilidad para alinear a la dirigencia del fútbol y proyectarse a la FIFA sin sucumbir ante las apetencias de las autoridades del Estado, por donde pasaron dictadores y demócratas de tendencias distintas mientras él conservaba el reinado en el gobierno del deporte más popular.

Hay que remontarse 35 años atrás para entender cómo llegó Grondona a AFA. Lo hizo tras ser durante 20 años presidente de Arsenal y de ser el máximo dirigente de Independiente entre 1976 hasta 1979, en ese tiempo, además, fue tesorero de la AFA.

Ese año el general Carlos Lacoste (quien estuvo a cargo de la organización del Mundial de 1978) llevó a Grondona a ser el presidente de AFA el 6 de abril de 1979. "A mí me elilgieron los clubes, no el almirante (Alberto) Lacoste", dijo hace algunos años Grondona, para desprenderse de aquel gobierno de facto.

Se hizo fuerte con los clubes del ascenso y fue consiguiendo que los más grandes le brinden su apoyo. Fueron varios los que trataron de sacarlo de su cargo a lo largo de los años, desde presidentes de la Nación hasta sus propios colegas, pero Grondona siempre salió triunfante.

Tiene fotos con todos: Videla, Alfonsín (con quien festejaron el título del mundo de 1986), Menem, De la Rúa, Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina.

Afiliado al radicalismo desde 1964, Grondona entendió que debía ser "moderado" para poder seguir ejerciendo su poder sin importar quién estuviese en la Casa Rosada.

Por sus vínculos con el radicalismo, llegaron a ofrecerle una propuesta para ser intendente de Avellaneda. "A la AFA no la cambio por nada", se excusó en su momento el ex presidente de AFA.

Sus vínculos no se dieron sólo en la política nacional, sino dentro del mundo del fútbol. En 1988, luego del prestigio ganado por la Selección de Maradona en México '86, se posicionó como vicepresidente de la FIFA, cargo que conservó hasta su muerte.

Fuente: Cancha Llena

 

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