Varios grupos de milicianos talibanes tomaron este lunes el control de la mayor parte de la ciudad afgana de Kunduz tras un asalto relámpagpo en el que también han liberado a centenares de combatientes encarcelados en este enclave estratégico situado en el norte del país.
El ataque estaba minuciosamente preparado. Los insurgentes lanzaron su ofensiva al alba y pocas horas después izaron su bandera a 200 metros de la residencia del gobernador. En su poder estarían varios edificios gubernamentales, la prisión, el hospital y la Oficina del Consejo Provincial.
Según ha explicado el jefe de Policía, Quasim Jangal Bagh, “Kabul ha enviado refuerzos y más tropas están en camino. Los combates aún no han terminado”.
Testigos presenciales dieron cuenta de al menos 25 rebeldes y 6 policías muertos en el teatro de operaciones. Todo indica que también hay víctimas civiles.
“Los milicianos controlan casi todos los accesos a la ciudad. A estas horas nadie puede salir del centro ni llegar allí”, explicó Hameed Ullah, uno de los residentes que consiguió huir.
Kunduz es la mayor ciudad del Norte, una de las más pobladas del país y de las más desarrolladas, además de un cruce de caminos vital para la economía afgana. Desde la salida de las tropas de la OTAN, hace ahora un año, ha sido constantemente asediada y castigada por los talibanes.
Fuente: Euronews