El secretario general del CEC y ex diputado por el peronismo (2007-2011) se opone abiertamente al gobierno de Paco Pérez, al punto que aportó militantes, bombos y banderas a la marcha docente del lunes. En lo nacional, se declaró kirchnerista "porque no hay alternativas superadoras".
Por Javier Polvani
@javierpolvani
Llevó militantes, bombos y banderas a la marcha de los docentes mendocinos pero declaró que no va a sacar los pies del plato del kirchnerismo, aunque cada tanto enfrente medidas del gobierno nacional, y que ensaya un armado electoral “progresista” en conjunto entre su partido provincial y Nuevo Encuentro, el espacio que encabeza en el país Martín Sabattella. Guillermo Pereyra, ex diputado nacional y secretario general del CEC en Mendoza, no está seguro de que vaya a dar pelea en las elecciones legislativas pero va a hacer el intento.
En un diálogo abierto con EXPLÍCITO sobre temas variados de la agenda política y sindical el dirigente analizó que las elecciones para diputado nacional de este año en Mendoza las va a ganar con comodidad el radical Julio Cobos. Pereyra no cree que el gobernador Francisco Pérez y el aparato del Partido Justicialista encabezado por el intendente de Guyamallén, Alejandro Abraham, tengan chances de remontar lo que él cree una segura derrota a manos del ex vicepresidente.
Aseguró que las listas oficialistas para la Cámara del Congreso las va a diseñar la Casa Rosada en función de un interés principal: que los electos conformen el núcleo duro que batallará por una reforma de la Constitución que habilite a presentarse en 2015 a Cristina Fernández para encabezar un tercer mandato presidencial consecutivo. En la mirada de Pereyra eso conspirará aún más contra las chances del oficialismo a nivel local porque “el peronismo de base cuando vea que no participa de la selección de sus candidatos no va a dar a la vida en la campaña”.
Sin embargo, tras lanzar esta afirmación, el dirigente se declaró enrolado con el kirchnerismo a nivel nacional “porque no las alternativas son peores”. Pereyra analizó que la situación económica conspirará contra las apetencias electorales del oficialismo en Mendoza, donde “nadie está invirtiendo porque hay incertidumbre y una presión fiscal insoportable”, consideró.
El histórico mandamás del Centro Empleado de Comercio dialogó con este medio mientras acompañaba a su par del gremio de los docentes privados (SADOP), María Elina Scot, en la marcha de los docentes ocurrida el lunes por las calles céntricas de Mendoza que finalizó con un multitudinario acto frente a la Casa de Gobierno.
-¿Por qué está acá con su gente si usted está distanciado de la conducción provincial de la CGT que integra Scot?
-María Elina es una amiga y nos pidió apoyo para esta manifestación a varios secretarios generales de gremios mendocinos. Yo siempre estoy con los compañeros que plantean claramente sus intenciones y más si piden colaboración porque hoy les toca a los docentes, pero la situación está complicada para todo el mundo del trabajo.
-¿Este gesto abre la posibilidad para un acercamiento suyo a la conducción de la CGT?
-De ninguna manera, en Mendoza las representaciones gremiales están divididas en cuatro ramas, algo que es contraproducente para los trabajadores pero que fue motivado por las actitudes de quienes manejan la CGT oficial. Esa conducción la armaron Celso Jaque y el Chiqui (Alejandro) Cazabán cuando estuvieron en el gobierno.
-¿Usted, entonces, no ve ninguna posibilidad para la unificación gremial en la provincia.
-Hay que esperar a que se venzan los mandatos y ver qué reacomodamientos hay, en las condiciones actuales no hay posibilidades.