Las autoridades mexicanas encontraron este jueves los cuerpos decapitados y con signos de calcinación de 11 jóvenes en un camino entre los poblados de Chilapa de Álvarez y Ayahualulco, en el sureño estado de Guerrero, el mismo donde desaparecieron los 43 estudiantes.
Fuentes de la fiscalía estatal confirmaron a Efe que los cadáveres fueron abandonados en ese camino después de un enfrentamiento la noche del miércoles entre dos grupos antagónicos del crimen organizado.
Se trata de Los Rojos y Los Ardillos, que se disputan el control de esa zona de Guerrero para el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas.
Hace casi un mes fueron halladas dos fosas clandestinas con 13 cuerpos en la localidad de Chilapa de Álvarez.
La búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala hace dos meses a manos de policías y criminales ha llevado al hallazgo de numerosas fosas clandestinas con restos humanos.
Policías de Iguala dispararon la noche del 26 de septiembre a estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, causando la muerte de tres de ellos y de otros tres civiles.
Además, se llevaron a 43 jóvenes y los entregaron a miembros del cártel Guerreros Unidos, quienes presuntamente los asesinaron e incineraron en un basurero de Cocula, vecino a Iguala, según han declarado varios de los detenidos.
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