Andrés Ciro, el ex líder de Los Piojos, es el protagonista de la tapa del último número de la revista Rolling Stone y, además de hablar de su carrera, opinó del vínculo que existió entre algunos músicos y el Gobierno en los últimos años. Con sus palabras, el cantante se diferenció de sus colegas, aunque tampoco se paró en la vereda de enfrente.
"Yo diría que mi posición es verdaderamente jauretcheana. Porque (el pensador y escritor Arturo) Jauretche se peleó con Perón. Yo me pongo en contra de los que le critican todo y me pongo en contra de los fanáticos del Gobierno. Me dirán tibio, pero creo que hay gente cercana al Gobierno que se enriquece mucho. Si no existieran esas ventajas, mi defensa sería más franca. Pero hay mucha gente que recibe cifras muy abultadas de parte del Gobierno, entonces, ¿hasta qué punto tu respaldo es honesto?", cuestionó Ciro.
Ante la repregunta de los periodistas, explicó: "Hablo de todos, de funcionarios y de artistas. Si vos no llevás a nadie a tu show y de repente estás cobrando un fangote que no ganarías en la puta vida, tu defensa está condicionada, no es libre. Entonces no puedo alinearme alegremente. Hay muchos lineamientos ideológicos a los que adhiero, más que a los de cierta oposición cipaya, pero la corrupción me parece un tema jodido. No es un detalle".
"Lo que no haría es ser un ente representativo, prefiero mantener mi independencia y que la gente pague para verme", agregó el cantante que desde la separación de Los Piojos se presenta bajo el nombre de Ciro y Los Persas.
Además, aclaró una frase que le adjudicaron el año pasado. Salió publicado que había dicho que no tocaría en un acto del Gobierno. "En realidad dije que nunca sería un artista subvencionado por el Estado. Una vez, Omar Mollo, que trabajaba con (el ex secretario de Medios, Enrique) Albistur, me dijo que Néstor Kirchner quería que yo tocara el himno con la armónica en un acto del 25 de mayo. Yo supuse que era una de esas cosas que te dicen para recién después ir a proponerlas. Entonces dije, bueno, si Kirchner quiere que me llame. No respondí así por soberbia, sino porque sé cómo se manejan esas cosas y quería que fuera de verdad. Lo hubiera hecho porque no a cualquiera lo llama un presidente".
Tiempo después, cantó y tocó el Himno en un partido de la selección, antes del Mundial de Sudáfrica 2010, en el medio de los festejos oficiales por el Bicentenario.