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No hubo acuerdo entre Argentina y los fondos buitre en el marco de la negociación supervisada por el abogado Daniel Pollack, en nombre del juez Thomas Griesa, y urgida por el vencimiento de la prórroga de un pago a los tenedores de bonos de la deuda reestructurada, a quienes el juez de Nueva York les impide cobrar el pago realizado por el país.
"Lo que pretendían los fondos buitre no se puede, por las leyes y contratos argentinos. Se habría disparado la cláusula RUFO", esgrimió el ministro de Economía Axel Kicillof durante una conferencia que se inició a las 19 de Argentina en el Consulado del país en Nueva York.
"No vamos a firmar ningún compromiso que ponga en riesgo al pueblo argentino", sostuvo el ministro en rechazo al planteo de los fondos buitre avalado por el juez Thomas Griesa.
La rueda de prensa fue convocada luego de dos largas jornadas de reuniones con Daniel Pollack el ejecutor de la sentencia del juez Griesa que condena a Argentina a pagar bonos basura a valor nominal.
"El juez tercerizó el stay en los fondos buitres", expuso el ministro en una larga exposición sobre lo sucedido en la negociación calificando de "inconcebible" a esa situación.
"Qué va a hacer el juez con 539 millones? Tiene que autorizar el cobro, pero Griesa delegó eso en los buitres !qué desbalance!", agregó.
Sobre la propuesta de banqueros argentinos para destrabar el cobro de los bonistas que surgió en las últimas horas, Kicillof dijo que se enteró por la prensa y que no le sorprendió ni esa ni otras acciones que pudieran darse entre privados. De todos modos comunicó que "los banqueros argentinos no se presentaron a la reunión. Si había esa negociación en marcha, hoy no ocurrió".
Pollack, vocero del "default"
El abogado que suple a Griesa en la ejecución de la sentencia contra Argentina difundió un comunicado al mismo tiempo que Kicillof explicaba en conferencia de prensa las circunstancias de la negociación.
Pollack escribió que la cesación de pagos "no es una mera condición 'técnica', sino que es un evento real y doloroso que perjudicará a la gente", incluyendo a los ciudadanos argentinos, a los tenedores de bonos canjeados y a los inversores denominados "holdout".
"El ciudadano común argentino será la víctima real y última. "Las consecuencias totales del default no son predecibles, pero ciertamente no son positivas", asustó el abogado.
