En la previa a una reunión por zoom con el gobernador Rodolfo Suarez -tras la cual el mandatario resolvió que el toque de queda empieza a las 23.30- dos intendentes del oficialismo, Marcelino Iglesias y Ulpiano Suarez, de Guaymallén y Capital respectivamente, se mostraron reticentes a aplicar más restricciones en Mendoza y a favor de mantener la presencialidad en las escuelas.
Para Suarez el rol del estado debe ser ordenar la circulación, pero no restringirla, mientras que Iglesias remarcó: "Acá cada uno se tiene que autocontrolar. No le pidamos al Estado que tome decisiones por nosotros".
Entrevistado por radio Nacional Mendoza, Suarez abogó por "generar conciencia en la importancia del horario escalonado". no estamos restringiendo la circulación sino que estamos ordenando para que pueda seguir la actividad comercial, poder llevar los chicos a las escuelas, de poder hacer trámites en una dependencia pública. De eso se trata, de ordenar la circulación".
A su turno, el intendente Marcelino Iglesias consideró en Nihuil que "la presencialidad en las escuelas es lo último que hay que ceder", al tiempo que fustigó a los gremios, que vienen pidiendo la vuelta a la virtualidad por el aumento de contagios y muertes entre alumnos y docentes.
Reconoció Iglesias que "el sistema de salud está complicándose", no obstante dijo que "la presencialidad en las escuelas es una de las últimas cosas que hay que ceder". Y desligó en "responsabilidades individuales lo que ocurra de aquí en más con la segunda ola.
"No le pidamos al Estado que tome decisiones por nosotros, ni la policía está en condiciones de hacer los controles que la gente pide. Acá cada uno se tiene que autocontrolar", soltó.
"El rol de los gremios de la educación es nefasto", postuló el jefe comunal, recién recuperado de COVID tras recibir la atención médica correspondiente.