Por Aquiles Furlone
Para Mundo Deportivo
A Irán, una de las selecciones más débiles de las 32 que disputan el Mundial, le espera una misión imposible: ganar, o intentar hacerlo, contra la albiceleste comandada por Lionel Messi y repleta de figuras internacionales, haciendo además un buen papel.
En esa búsqueda por sacar adelante el que quizá sea el partido más importante de la historia para el equipo del portugués Carlos Queiroz. El seleccionador con pasado madridista apela a todas las armas que tiene a su alcance para preparar a los suyos para el gran desafío de este sábado.
En este caso, y luego de declarar que "Messi podría ser el mejor del mundo (incluso) si fuese humano", el técnico portugués dispuso de una máquina que lanza balones a toda potencia para que el meta Alireza Haghighi se fuera acostumbrando a lo que le espera ante Leo, Higuaín, Agüero, Di María y compañía.
El mencionado aparato dispara pelotazos a toda velocidad y está pensado para que los porteros agudicen sus reflejos, ya que no saben hacia donde van a salir las bolas.
Bromea con pedirle a la FIFA poder "jugar con 14"
Más allá de eso, Queiroz, que bromeó con "pedirle a FIFA que nos deje jugar con 14" para obrar el milagro de sacarle al menos un empate a Argentina, confía en que los suyos puedan frenar al genio azulgrana.
Queiroz también dejó una frase sinónimo de esperanza: "Esto es fútbol, los 'grandes' no siempre ganan y los chicos no siempre pierden". En su presentación en la Copa del Mundo Irán igualó 0-0 ante Nigeria.