Israel consideró una declaración de guerra la petición de Palestina a la ONU para el retiro de las fuerzas de ocupación

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La propuesta palestina presentada el miércoles en la noche ante el Consejo de Seguridad de la ONU que exige una retirada de las fuerzas de ocupación de Israel de los territorios palestinos para finales de 2017, fue condenada en duros términos por el ministro de Inteligencia israelí, Yuval Steinitz.

"Esto no es un proceso de paz. Lo que están proponiendo es un proceso de guerra", afirmó Steinitz. Si la Autoridad Palestina (AP) sigue "saboteando" las negociaciones de paz y llevando a cabo pasos unilaterales contra Israel, entonces el país tiene que considerar todas las opciones, incluida disolver la AP, afirmó en la radio israelí.

 

Una sección del "Muro de Separación" divide el campo de refugiados palestino de Shuafat (i) del barrio judío de Pisgat Ze'ev, un asentamiento judío en el Este de Jerusalén (Israel).
Una sección del "Muro de Separación" divide el campo de refugiados palestino de Shuafat (i) del barrio judío de Pisgat Ze'ev, un asentamiento judío en el Este de Jerusalén (Israel).

 

También el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, habló de "un nuevo paso agresivo de los palestinos", que actúan de forma unilateral. Israel defiende que la paz sólo podrá alcanzarse mediante un acuerdo entre las dos partes.

La propuesta final fue presentada por Jordania a nombre de los países árabes y los palestinos. El texto llama a conseguir un acuerdo de paz en el plazo de un año y a una retirada de las fuerzas israelíes de las zonas palestinas antes de finales de 2017.

Jordania extendió la resolución como un borrador final, lo que significa que puede ser votada 24 horas después, pero el embajador palestino ante la ONU afirmó que su país está abierto a negociaciones.

De hecho, es probable que la votación de la resolución, que los palestinos presentaron pese a la oposición de Estados Unidos, se posponga para más adelante. Los palestinos lo prefieren así porque podrían tener el apoyo de nuevos miembros no permanentes como Venezuela y Malasia. Sin embargo, lo más probable es que el texto sea vetado por Washington.

El ministro de Relaciones Exteriores palestino, Riyad al Malki, indicó que el texto fue elaborado con ayuda de Francia y que no es la versión inicial escrita por los palestinos y la Liga Árabe.

El borrador prevé entre otros el trazado de la frontera en base a la existente antes de la Guerra de los Seis Días de 1967, con un "intercambio limitado, equitativo, de tierras, de mutuo acuerdo".

El Parlamento Europeo manifestó el miércoles su apoyo en principio al reconocimiento del Estado palestino, pero subrayó que el paso tiene que darse en el marco de conversaciones de paz entre israelíes y palestinos.

 

Israel ignora las leyes globales

Dos bases militares israelíes situadas en el interior de la Cisjordania ocupada serán evacuadas para permitir la expansión de asentamientos judíos, ilegales ante el derecho internacional.

El ministro de Defensa israelí, Moshé Yaalon, ordenó en los últimos días la evacuación de los dos centros -uno de ellos será realojado dentro de un asentamiento, mientras que el otro se ubicará en una nueva localización- para facilitar el crecimiento de algunos asentamientos ilegales, explicó hoy el diario progresista Haaretz.

Según este rotativo, los terrenos usados por el Ejército no afrontan ningún problema de propiedad ya que las fuerzas armadas pueden justificar cada metro confiscado en la Cisjordania ocupada bajo "necesidades militares".

Sin embargo, en ocasiones los colonos afrontan la oposición de los palestinos que poseen los títulos de propiedad de las tierras adyacentes.

Este motivo es el que llevó recientemente a Yaalon a solicitar la salida de la policía de Fronteras de la base militar de Bet El, vecina a Ramala, después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se comprometiera a reubicar allí a los colonos de un asentamiento ilegal construido sobre propiedad palestina privada.

Yaalon también ha instado a que este proyecto se ponga en marcha después de que fuera pospuesto por el rechazo del ahora cesado ministro de Finanzas, Yair Lapid, a financiar dicha operación (calculada en 17,9 millones de dólares).

 

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