La bonaerense Candela Belén Francisco Guecamburu, de 17 años, llegó este martes al país con la medalla de Campeona Mundial Juvenil de Ajedrez colgada en el pecho y fue recibida por el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer.
En la pista, al bajar del avión que la trajo de Santiago de Chile, apenas una pausa de su derrotero desde México, donde logró la consagración y se convirtió en la primera mujer argentina en ser campeona en un torneo Sub 20, recibió el abrazo de su familia y el reconocimiento del ministro.
Tristán Bauer explicó que la conoció a Candela "de muy chiquita. Cuando la vi presentarse ante una partida simultánea, cuando se paró frente al tablero, me di cuenta el potencial que tenía, que poseía un encanto, un aura muy particular. A partir de ahí la fuimos siguiendo y se transformó en un orgullo nacional, en un ejemplo para todos nosotros".
A su vez, la flamante campeona se mostró "muy contenta" en su arribo al Aeroparque Jorge Newbery y dijo que es "una bendición haber ganado el torneo. Fue mucho el esfuerzo, pero le doy gracias a Dios, sin él no habría podido lograr esto. Agradezco el apoyo de mi familia, de la Federación de Ajedrez y a toda la gente que estuvo empujando para que esto se concrete".
Candela contó que "antes de la última partida que definió el torneo, era un montón la gente que pasaba a saludarme, a desearme suerte, gente que no me conocía, estoy agradecida por tanto cariño. Siento una enorme felicidad de ser la primera mujer argentina en lograr este galardón. Realmente no me cae la ficha todavía, van a tener que pasar varios días para que asuma lo que está sucediendo".
"Fueron un montón de años estudiando y trabajando para esto y haberlo conseguido es una satisfacción inmensa", relató la nacida en Pilar, que se sumó a la lista de campeones que se alzaron en la misma categoría: Oscar Panno (1953), Carlos Bielicki (1959) y Pablo Zarnicki (1992).
Su llegada al ajedrez fue algo impensado. "En mi familia nadie sabe jugar al ajedrez. Cuando tenía 4 años me regalaron un tablero, pero no le di mucha bolilla en ese momento, era muy chiquita".
Sus padres ayudaban en un comedor de niños y la llevaban. "Yo en ese momento que era chica iba con ellos, mis amiguitas también iban, pero era un lío, desorganizábamos todo. Mi mamá vio que en Pilar Point, que es un shopping pequeño, daban clases de ajedrez todos los sábados por la mañana y me preguntó si quería ir y acepté".
"En realidad no enseñaban solo ajedrez, sino que era más pintar dibujos, hacer sopas de letras, crucigramas. Era más para pasar un momento con otros chicos y compartir un rato entre amigos", detalló.
El profesor vio las condiciones de Candela. Su abuelo se enteró que en Pilar había una Escuela Municipal de Ajedrez y la anotó. Al poco tiempo la invitaron a participar de un torneo nacional y quedó tercera. "Ese fue el inicio de mi carrera", contó.
Además, Francisco Guecamburu reveló que se prepara mucho antes de cada partida: "Analizo a todos mis oponentes, desde el clasificado 99 hasta el primero. Busco sus partidas, sus cuentas en línea, todo su repertorio, todo lo que juega y en base a eso decido qué jugar previamente".
Su vida cotidiana está ligada al ajedrez. "Ahora me cambié de colegio y curso desde casa, por lo tanto tengo más tiempo para preparar y, mi mamá puede dar fe, estoy todo el día, desde que me levanto, con el ajedrez", explicó.
Candela, en rueda de prensa, hizo un llamado a "todos los chicos y chicas de mi edad para que se decidan a practicar ajedrez, que sea un deporte más, como jugar el fútbol. Da muchas satisfacciones y ayuda mucho a pensar. Háganlo como un juego, diviértanse y disfruten".