La CGT participará en la marcha universitaria del 2 de octubre contra el veto del presidente Javier Milei de la ley de actualización del presupuesto universitario que sancionó el Congreso con amplio consenso en ambas cámaras. El camionero Pablo Moyano, integrante de la conducción de central sindical, informó la decisión en una conferencia de prensa.
“Una vez más, por intermedio del Fondo Monetario Internacional, el Presidente de la Nación intenta vetar nuevamente una ley a favor de los trabajadores. Hace pocos días vimos cómo ha vetado y ha reprimido a los jubilados y jubiladas. Por eso es una obligación movilizar el 2 de octubre”, sentenció Moyano.
“Vamos a estar en la Plaza de Congreso apoyando la ley que se votó hace pocos días en el Congreso”, confirmó.
“Ojalá que aquellos diputados y diputadas que tienen una oportunidad histórica de darle el aumento que merecen los trabajadores y trabajadoras de la educación argentina no traicionen el voto de los trabajadores”, reclamó el dirigente cegetista.
La ley para la ampliación del presupuesto universitario fue sancionada el 13 de septiembre con la amenaza de Milei de vetar el texto completo sobre la mesa. En respuesta al anuncio presidencial, las organizaciones sindicales y estudiantiles del ámbito universitario acordaron las primeras medidas de un plan de lucha: un paro de 48 horas este jueves y viernes (26 y 27 de septiembre) y una marcha federal al Congreso el 2 de octubre.
La ley universitaria aprobada garantiza los fondos para cubrir gastos de funcionamiento, investigación y extensión en las universidades, a la vez que establece que cada dos meses el Gobierno deberá ajustar por inflación los presupuestos de las universidades.
El plan de lucha contra el veto de Milei es coordinado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), con el apoyo de organizaciones sindicales docentes y no docentes, y de la Federación Universitaria Argentina (FUA). Contempla la realización de la segunda marcha federal universitaria contra Milei en menos de un año de gestión.
La primera movilización de las organizaciones universitarias contra la administración libertaria, el 23 de abril, fue una de las protestas más multitudinarias de la historia. El gobierno acusó el golpe de inmediato: dio marcha atrás con el ajuste brutal de las partidas para las universidades que había resuelto.
