La Conmebol reprogramó la segunda final de la Copa Libertadores ad referéndum de la resolución que imponga el Tribunal de Disciplina. El presidente de la entidad organizadora de la Copa, Alejandro Domínguez, anunció la decisión: "El partido se juega el 8 o 9 de diciembre", dijo y ahí nomás aclaró que el evento se desarrollará "afuera de la Argentina" porque en el país "no están dadas las condiciones".
El mandamás de la Conmebol ratificó la postura que tuvo desde el principio: la Copa Libertadores debe definirse en la cancha. Al mismo tiempo, Daniel Angelici, presidente de Boca, rechazó jugar el partido a la espera de una resolución del Tribunal de Disciplina sobre su pedido de descalificación de River por los incidentes que motivaron la suspensión del partido pautado para el sábado pasado.
Al partido fallido había concurrido Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien negociaba con la Connmebol la organización de un Mundial en Argentina, Uruguay y Paraguay. La FIFA difundió por sus medios el comunicado de Domínguez sobre la disputa del Superclásico en el exterior.
Nota entregada por el Presidente de la CONMEBOL a los presidentes de los clubes River Plate y Boca Juniors en la reunión del martes 27 en la sede la de CONMEBOL, en Paraguay. pic.twitter.com/qNBYTRZXx6
— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) 27 de noviembre de 2018