Por Camilo Carreño
Para La Tercera
En el Parlamento de Chile se discute una iniciativa que impulsa la coalición oficialista para renombrar el aeropuerto de Santiago en honor al poeta Pablo Neruda, pero la derecha se opone en el nombre de un hacedor de la aviación que le da la denominación actual a la aeroestación de la capital chilena y hasta de la plata que costaría imponer un nuevo apelativo a la terminal.
Una nueva sesión de la Comisión de Cultura, Artes y Comunicaciones se llevó a cabo hoy en la Cámara. Tras la cita, parlamentarios de oposición reiteraron su rechazo al proyecto que busca renombrar al aeropuerto Arturo Merino Benítez con el de Poeta Pablo Neruda.
Así, uno de los más críticos hacia la iniciativa fue el diputado y presidente de Amplitud, Joaquín Godoy. “Sin duda que Neruda tiene una connotación importante, pero esto es un desaire a alguien que construyó la aviación civil de Chile, no me parece razonable”, dijo.
En la misma línea, el diputado Jorge Rathgeb (RN) indicó que “a Pablo Neruda se le puede reconocer de muchas formas, colocarle el nombre de un poeta a un aeropuerto es como colocarle a un centro cultural el nombre de un político”.
Si bien el proyecto que busca modificar el nombre del aeropuerto de Santiago ha sido blanco de críticas por parte del bloque opositor, una fórmula intermedia ha logrado consensos al interior de la comisión y entre algunos parlamentarios.
Se trata de una propuesta del comandante en jefe de la FACh, el general Jorge Robles, la cual busca mantener el nombre Arturo Merino Benítez, pero, tomando en cuenta la futura ampliación del complejo, nombrar la nueva terminal internacional como Neruda. A esto se suma la posibilidad de renombrar la terminal nacional con el de otro premio Nobel: Gabriela Mistral.
Uno de los argumentos provenientes de la oposición, que han dado fuerza a la propuesta de la FACh, es la posibilidad latente de que la iniciativa se declare inadmisible debido a los costos que la nueva designación puede traer para el Estado, materia para la cual los parlamentarios no están facultados.
“Cambiar el nombre a Pablo Neruda o a quien sea tiene un costo y ese costo tiene que asumirlo el Estado. En algún minuto lo van a declarar inadmisible, salvo que mantengamos el nombre de Arturo Merino Benítez y nombremos a las terminales, eso no tiene costo y eso sí tenemos atribuciones para hacerlo”, indicó el diputado Ignacio Urrutia (UDI).
A su turno, el diputado Issa Kort (UDI) afirmó que la propuesta intermedia era “una buena opción”, y agregó que nombrar las terminales “no implicaría gasto, lo que volvería inadmisible el proyecto de ley”. Esto, pese a ser él uno de los autores de la iniciativa.
En tanto, algunos legisladores del oficialismo desecharon la tesis de la inadmisibilidad, argumentando que iniciativas similares ya se han debatido en el pasado en un proyecto de 2010. “En otras oportunidades se ha discutido este tema e incluso ha sido votado en la sala. Por lo tanto, hay precedente de ver un cambio de nombre y no se ha declarado inadmisible”, señaló el diputado Víctor Torres (DC), también miembro de la comisión de Cultura.
