La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, alimentó la apuesta del presidente Javier Milei por un nuevo desembolso del organismo de entre diez y 20 mil millones de dólares, que se sume a los 45 mil millones que ya le debe el país desde que Mauricio Macri recibió un salvataje monumental, inexplicable sin la orden de Donald Trump en su primera presidencia de Estados Unidos al prestamista de última instancia. Georgieva se reunió con Milei en el marco de la asunción del segundo mandato del excéntrico líder de la derecha global. Volvió a elogiar al programa de ajuste económico.
-¿Está satisfecha con la dirección que está tomando la economía?-, le preguntó una periodista a Georgieva.
"Definitivamente. Cuando miras los datos, en todos los indicadores, Argentina está superando lo que anticipamos hace un par de meses. Está superando los avances en la reducción de la inflación, tan importante para la gente porque la inflación es un impuesto y es un impuesto que golpea más duramente a los más pobres. La economía está creciendo y lo hace más rápido de lo que habíamos previsto y, lo que es muy importante, la gente apoya las reformas", contestó en una rueda con la prensa en Washington.
La jefa del FMI dio sobrados indicios de que el organismo operará para profundizar las condiciones para la dependencia eterna. Argentina el año pasado no tenía forma de pagar la deuda. Y este año la economía se achicó 4%.
El endeudamiento ha sido un tema recurrente a lo largo de la historia de Argentina, marcado por ciclos largos y complejos que han influido significativamente en su economía y política. En un artículo publicado en 2022 bajo el título Los ciclos del endeudamiento argentino, el académico en Economía Política, Jorge Gaggero, describió el proceso recurrente de la deuda disociando tres ciclos desde 1823, cada uno decisivo para la vida de los argentinos contemporáneos.
Primer Ciclo de Endeudamiento (1823-1947)
El primer ciclo de endeudamiento argentino comenzó en 1823 con la famosa "Crisis de la Baring Brothers", cuando el país se endeudó con bancos europeos para financiar su desarrollo inicial. Este ciclo se extendió hasta 1947, cuando Argentina logró cancelar la mayor parte de su deuda externa, salvo algunas excepciones menores. Este período fue particularmente gravoso durante la Gran Depresión de los años 30, cuando la crisis mundial se sumó a la obligación de pago de la deuda reestructurada.
Segundo Ciclo de Endeudamiento (1976-2010)
El segundo ciclo de endeudamiento comenzó con la dictadura cívico-militar en 1976 y se extendió hasta las reestructuraciones de deuda en 2005 y 2010. Durante este período, Argentina acumuló niveles significativos de deuda externa, lo que llevó a una serie de crisis económicas y financieras. La crisis de 2001 y el conflicto con los fondos buitre son ejemplos destacados de los desafíos enfrentados durante este ciclo.
Tercer Ciclo de Endeudamiento (2016-Presente)
El tercer ciclo de endeudamiento comenzó en 2016, cuando el gobierno argentino decidió volver a los mercados internacionales para financiar su déficit fiscal. Este ciclo ha estado marcado por un aumento significativo en la deuda pública, lo que ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad financiera del país. La pandemia de COVID-19 y las recientes crisis económicas han exacerbado aún más estos desafíos.
La deuda es la política
La historia del endeudamiento en Argentina es un reflejo de sus complejidades económicas y políticas. Los ciclos de endeudamiento han tenido un impacto profundo en la economía del país, afectando tanto a su estabilidad financiera como a su desarrollo social. Entender estos ciclos es crucial para formular políticas que promuevan una gestión sostenible de la deuda y el crecimiento económico.