El Ministerio Público Fiscal continuó este viernes con la exposición de su alegato ante el Tribunal Oral Federal N°1 de Mendoza en la causa donde se investiga la apropiación de la hija biológica de Carlos Poblete y María del Carmen “Pichona” Moyano, víctimas de desaparición forzada durante la época del terrorismo de Estado. En el juicio se investiga la participación de los ex integrantes del Departamento de Informaciones Policiales (D2) de la Policía de Mendoza Santiago Garay y Osvaldo Fernández Miranda, y la pareja del segundo, Iris Yolanda Luffi, a quienes se acusa de haber inscripto falsamente a la víctima como su hija biológica.
En esta segunda jornada, el Ministerio Público Fiscal -representado por el fiscal general Dante Vega y el auxiliar fiscal Daniel Rodríguez Infante- detalló la relevancia del D2 en la persecución que Moyano sufrió en Mendoza. Esta persecución, se indicó, continuó cuando la mujer se trasladó a San Juan. El seguimiento se extendió a partir de allí también a su pareja, Carlos Poblete.
Rodríguez Infante describió el contexto general y específico en el que se llevaron a cabo los crímenes. Luego hizo énfasis en el cautiverio de la pareja en el centro clandestino de detención “La Perla”, en la provincia de Córdoba, hasta que Moyano fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, en la ciudad de Buenos Aires, donde nació Miriam, la hija de ambos, que luego fue apropiada con intervención de las tres personas imputadas.
En ese sentido, Rodríguez Infante detalló que, si bien en un primer momento los hechos en juicio no se analizaron en la jurisdicción de Mendoza por haber ocurrido en otra provincia, a lo largo de la investigación se pudieron revelar elementos probatorios para demostrar el rol del D2. Para la fiscalía, está acreditado que el D2 intervino tanto en la persecución y detención de Poblete y Moyano, como también en la de otras personas de su entorno, muchas de ellas desaparecidas o ejecutadas por el D2, que también participó de sus traslados desde otras provincias. La reconstrucción del caso fue posible, entre otras cosas, por los testimonios incorporados durante el juicio.
En la jornada de inicio de su alegato, la fiscalía sostuvo que la persecución del D2 hacia Moyano comenzó en 1975, cuando la mujer aún vivía en Mendoza. Por entonces eran parte de este organismo policial el imputado Armando Osvaldo Fernández Miranda junto con el fallecido Eduardo Smaha Borzuk, al que luego se incorporó Santiago Garay.
La hija de Moyano y Poblete nació aproximadamente en junio de 1977 en instalaciones de la ESMA, donde su madre permaneció privada ilegítimamente de la libertad desde abril de ese año. Al momento de los hechos, Moyano tenía 23 años y cursaba el séptimo mes de su embarazo. Transcurridos ocho días del parto, la niña fue arrancada de los brazos de su madre y entregada a una pareja. Fernández Miranda, integrante del D2 de la policía mendocina, y su esposa, Iris Yolanda Luffi, inscribieron a la niña como hija biológica, mientras que los mencionados Smaha y Garay fungieron como testigos del nacimiento falsamente documentado, mediante una partida de nacimiento con datos apócrifos.
Fuente: Fiscales