Es por el caso de corrupción en el que está siendo investigado su marido, Iñaki Urdangarín, y por segunda vez se enfrenta a la posibilidad de ser juzgada.
La infanta Cristina, hija menor del rey Juan Carlos, volvió a ser imputada este martes en el caso de corrupción en el que está siendo investigado su marido, Iñaki Urdangarín, y por segunda vez en el año se enfrenta a la posibilidad de ser juzgada, un hecho inédito para un integrante de la familia real en la historia democrática de España.
La hija del monarca fue acusada de un delito de blanqueo de capitales y otro de fraude fiscal, penados con hasta seis años y cinco de prisión respectivamente, que habría cometido como copropietaria de la sociedad Aizoon, que comparte con Urdangarín, y a la que se desviaron más de un millón de euros públicos de los apropiados por el Instituto Nóos.
El juez del caso, José Castro, citó a la infanta Cristina a declarar el próximo sábado 8 de marzo a las 10 horas en los juzgados de Palma de Mallorca, donde se instruye la investigación, según informa en un escrito de 227 páginas.
En los últimos ocho meses el magistrado estuvo centrado en investigar la actividad tributaria y financiera de la hija menor del rey después de que la Audiencia provincial bloqueó su primera imputación.
En abril, Castro encontró 14 indicios de la presunta complicidad o colaboración necesaria de Cristina de Borbón y Grecia con las actividades delictivas de su marido, pero el tribunal provincial, instancia de apelación, levantó la imputación aunque dejó abierta la puerta a que sea investigada por fraude fiscal y blanqueo.
Tras rastrear sus cuentas, tarjetas, gastos, propiedades y declaraciones fiscales, el magistrado certificó que la infanta cargó a Aizoon gastos personales y que la contabilidad de la sociedad, que anteriormente ya había calificado de "instrumental", dista de ajustarse a la realidad.
Fuente: huffingtonpost.es