Crisis manufacturera

La industria sigue más de 10% abajo de la línea pre Milei con un rebote menos potente que la debacle

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Producción industrial.La producción industrial argentina no se recuperó de su peor debacle, alimentada por el menú de medidas servido por Javier Milei en el despertar del mandato que acaba de cumplir un año y medio. La crisis evolucionó en paralelo con el proceso electoral por la Presidencia de la Nación, con PASO en agosto, generales en octubre y balotaje en noviembre de 2023.

Los primeros indicios surgieron con la rápida reconducción de expectativas provocada por el sorprendente triunfo de Javier Milei en las primarias, pero la debacle definitiva se desencadenó con la devaluación del tipo de cambio oficial, el aumento de los costos de importación de insumos y la fuerte retracción de la demanda interna derivadas de las primeras decisiones del libertario en la Presidencia.

Cifras clave de la crisis industrial

Índice de Producción Industrial Manufacturera. Serie original, base 2004=100, en números índice. Datos del INDEC.

El pulso de la industria manufacturera argentina, medido por el Índice de Producción Industrial (IPI), ha transitado por un ciclo de marcadas oscilaciones en los últimos dos años. Si bien el panorama en abril de 2025 sugiere una lenta recuperación, según los datos recién publicados por el INDEC, el desempeño sigue muy por debajo del que mostraba hace dos años.

El análisis detallado de la evolución del sector revela un período de profunda contracción, especialmente entre agosto de 2023 y febrero de 2024, que dejó cicatrices significativas en el entramado productivo nacional. Una medida de la magnitud de la debacle: el IPI manufacturero de abril de 2025, con un crecimiento interanual del 7,8%, mostró una contracción del 10,5% respecto al de abril de 2023.

Datos del INDEC.

El IPI Manufacturero es un indicador de coyuntura producido por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, que mide la evolución del sector con periodicidad mensual, tomando como variables para su cálculo la producción en unidades físicas, las ventas en unidades físicas, la utilización de insumos en unidades físicas, el consumo aparente en unidades físicas, la cantidad de horas trabajadas del personal afectado al proceso productivo y las ventas a precios corrientes deflactadas.

El vértigo de la caída

Para comprender la magnitud del retroceso, es crucial observar la evolución de la producción en detalle. En agosto de 2023, el IPI Manufacturero se mostraba robusto, como reflejo de una producción manufacturera sólida, impulsada por diversos factores económicos y estacionales. Sin embargo, a partir de ese mes, el sector ingresó en un declive acelerado. En septiembre y octubre de 2023, cobraron visibilidad los primeros signos de desaceleración, con retrocesos moderados pero constantes.

Datos del INDEC.

La alarma se encendió en noviembre de 2023, cuando la caída se hizo más pronunciada, anticipando un deterioro inminente en el desempeño de la industria nacional.

La verdadera "debacle", como la califican algunos analistas, se materializó en diciembre de 2023.

El IPI se desplomó drásticamente, registrando una caída de 18,7% respecto al mes anterior. Este batacazo mensual, uno de los más abruptos del período, fue un reflejo directo de la creciente incertidumbre económica y política que caracterizó los primeros impactos de las medidas económicas adoptadas por la nueva administración.

La hemorragia continuó en el inicio de 2024 con una nueva contracción mensual del índice del orden del 4,5%. El IPI Manufacturero se redujo a la mínima expresión en más de una década, salvo por los registros de marzo, abril y mayo de 2020, mientras rigió la cuarentena más estricta contra la pandemia de COVID 19.

Lenta recomposición

Recién en febrero de 2024 se observó un levísimo repunte de apenas 0,8 puntos. Si bien este aumento es marginal, fue interpretado por algunos como una señal de que el piso de la recesión podría haberse alcanzado. No obstante, el IPI se mantenía aún en niveles históricamente bajos, muy lejos de los picos previos y de lo que podría considerarse una actividad industrial saludable.

El número índice de la producción manufacturera mostró una recuperación gradual, aunque no exenta de vaivenes, desde el punto de inflexión, en febrero de 2024 (103,7). Los avances más significativos el resto del año pasado se registraron en abril (111,3), julio (125,1) y octubre de 2024 (130,4).

Datos del INDEC.

Sin embargo, a fines de 2024 y comienzos de 2025 el indicador mostró retrocesos preocupantes en diciembre de 2024 (116,9) y febrero de 2025 (109,4). La última cifra disponible, abril de 2025 (120,8), expresa una mejora respecto a los mínimos de principios de 2024, pero aún dista de los niveles de actividad que la manufactura argentina supo tener en 2022 o incluso en agosto de 2023.

La debacle, en síntesis

El período de agosto de 2023 a febrero de 2024 fue un termómetro implacable de la profunda crisis que atravesó la producción industrial argentina. Ese semestre ilustra vívidamente una importante desaceleración y contracción del sector manufacturero argentino. Comenzó con una posición de fortaleza en agosto de 2023 y se deterioró rápidamente, culminando en los niveles más bajos del IPI en enero de 2024. Tres factores confluyeron para el rotundo cambio de escenario para el sector industrial:

  • Inestabilidad macroeconómica: alta inflación, volatilidad del tipo de cambio y una transición política difícil.
  • Demanda reducida: Tanto el consumo interno como potencialmente la demanda de exportaciones podrían haberse debilitado.
  • Presiones de costos: Aumento de los costos de importación debido a la devaluación.

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