El partido de la izquierda radical, Syriza, de Alexis Tsipras, obtuvo una histórica victoria en las elecciones generales griegas de este domingo. Con el 70% de los votos escrutados, se proyecta que Syriza ganaría 149 escaños, lo que lo dejaría a solo dos de la mayoría absoluta en el Parlamento. Sin embargo, ese número aún podría cambiar.
El líder del partido Alexis Tsipras, quien prometió renegociar la deuda del país con los organismos internacionales que lo acosan con exigencias de ajustes que han tenido catastróficas consecuencias para el pueblo, aseguró que "los griegos hicieron historia" este domingo.
Syriza, que hizo campaña en contra de las medidas de austeridad, obtuvo una apreciable ventaja sobre el partido conservador Nueva Democracia, del primer ministro saliente conservador Antonis Samaras, quien reconoció la victoria de la izquierda. El gobernante cayó en el desprecio de la mayoría de los griegos ante el irrompible alineamiento que tejió con la alemana Angela Merkel, el Banco Central de Europa y el Fondo Monetario Internacional, quienes le impusieron políticas devastadoras para los trabajadores y la clase media en general.
Es un triunfo histórico para un partido de la izquierda radical en Grecia. El partido conservador Nueva Democracia, obtiene más de 75 escaños.
Por su parte, el partido de centro-izquierda Potami y el de extrema derecha nazi Amanecer Dorado disputan un distante tercer lugar, con cerca del 5% de la votación para cada espacio. Las fuerzas políticas con menos de 3% no tienen lugar en el Parlamento, según el sistema griego.
Entre los partidos que quedaron cerca del umbral del 3% se destacan los Griegos Independientes, referentes de la derecha nacionalista, con un apoyo de entre 3,5 y 5,5% y el recién creado partido socialdemócrata Movimiento de Socialistas Democráticos, fundado por el ex líder del PASOK y ex primer ministro, Yorgos Papandreu, con entre un 2,2 y 3,2% de los votos.
La divulgación de los primeros resultados, aunque extraoficiales, no hicieron más que aumentar el clima de expectativa que reinó durante toda la jornada en Grecia.
El líder del partido izquierdista Syriza, Alexis Tsipras, votó en la mañana en el popular barrio ateniense de Kypseli y, rodeado de medios internacionales y de simpatizantes que le expresaban su apoyo, pronosticó que "hoy el pueblo heleno va a dar el último paso para recobrar su dignidad, para vivir un futuro con solidaridad".
"Es un día para la vuelta de la esperanza, el fin del miedo, la vuelta de la democracia y la dignidad en nuestro país", agregó y además advirtió a la Unión Europa (UE) que el futuro "no está en la austeridad, sino en la dignidad y la cohesión", según consignó EFE.
Luego del estallido de la crisis de deuda soberana del país, en 2009, los préstamos externos permitieron a Grecia evitar un default y mantuvieron a salvo a los grandes tenedores de sus bonos, especialmente bancos alemanes, pero a cambio de duros programas de austeridad resentidos por la población.
Tras más de cinco años de políticas de ajuste que hundieron a gran parte del país en el desempleo y la pobreza, la oposición de Syriza a los "rescates" de la troika le valieron el primer lugar de todas las encuestas a menos de tres semanas de las elecciones.
Por su parte, el principal rival de Tsipras, el primer ministro saliente, destacó que los resultados electorales serán definidos por los indecisos.
"Estas elecciones son cruciales para nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos. Hoy decidimos si seguir adelante con fuerza, con seguridad, con confianza o si nos embarcamos en aventuras", aseguró el líder de la fuerza conservadora Nueva Democracia, Antonis Samaras, al votar bien temprano en un colegio electoral de la localidad de Pilos, en el sur del Peloponeso.
El líder de To Potami (El Río), Stavros Theodorakis, que pugna por el tercer puesto con el neonazi Amanecer Dorado, prometió que Grecia va a "castigar a los partidos políticos que han provocado esta situación", al depositar su voto en Jania, en la isla de Creta.
"El país parece que decidió cambiar de primera fuerza política y castigar a los que la condujeron a esta situación, Nueva Democracia y Pasok (socialistas)", dijo el líder de To Potami, que podría llegar un aliado de la izquierda, si Tsipras no logra una mayoría propia.
Poco antes de que el Ministerio del Interior emitiera un comunicado informando que la jornada electoral transcurre en calma y sin problemas, el presidente griego, Károlos Papulias, había hecho un llamado público al pueblo heleno para que primara la unión y "sangre fría" para afrontar los problemas del país.
En una declaración realizada a los medios poco después de depositar su voto en la localidad de Ioannina, en el noroeste de Grecia, Papulias reconoció que "durante los próximos años habrá problemas y por eso digo que es necesaria la unanimidad en el modo de tratarlos y sangre fría para hacer frente a toda dificultad".
Fuente: Télam / BBC Mundo