La jueza Sandra Arroyo Salgado renunció a ser querellante en la investigación por la muerte de su ex
esposo y padre de sus dos hijas, el fiscal especial del caso AMIA Alberto Nisman.
"La presente decisión se impone, a esta altura, ya impostergable, ante la necesidad de adoptar
medidas tendientes a garantizar la protección y salvaguarda del núcleo familiar primario de quien
en vida fuera Natalio Alberto Nisman", sostuvo la magistrada en el escrito.
La magistrada también se refirió "al apremio de reconstruir en la actual coyuntura el proyecto de vida personal, familiar y profesional resquebrajado", todo esto de manera tal de "sobreponer la vida salud seguridad y bienestar de la familia postergados en pos del esclarecimiento de aquella muerte, cuyas singulares circunstancias demandaron inconmensurable esfuerzo y sacrificio que fue más allá del curso natural de las cosas".
En la nota aludió además al "escenario de amenazas previas y posteriores al hecho y recurrentes al día de la fecha, a cuyo esclarecimiento no se ha llegado aún, pero que dados sus términos, el impacto político institucional del caso a nivel local e internacional y los posibles actores del juego, han generado un estado de situación que me imponen priorizar la paz y espiritualidad del grupo familiar".