La Justicia chilena decretó el cierre de la investigación sobre la muerte de Allende tras ratificar que se suicidó

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En la causa se conocieron cómo fueron las dramáticas últimas horas del presidente de Chile en La Moneda envuelta en llamas, el 11 de septiembre de 1973.

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La Corte de Apelaciones de Santiago ratificó que Salvador Allende se suicidó y decretó el cierre definitivo de la causa en la que se conocieron cómo fueron las dramáticas últimas horas del presidente de Chile en La Moneda envuelta en llamas, el 11 de septiembre de 1973.

La verdad judicial contiene los intensos últimos minutos de Allende, el médico socialista que ganó las elecciones presidenciales del 4 de septiembre de 1970 y que mil días después rechazó rendirse a las fuerzas militares que montaron un feroz golpe de estado.

El juez Mario Carroza, tras haber ordenado la exhumación de los restos de Allende, dejó escrita en la resolución de 90 páginas los hechos ocurridos hace 40 años y analizó las tres hipótesis que surgieron por la muerte del gobernante. Allende llegó hasta el Palacio de La Moneda -sede gubernamental- antes de las ocho de la mañana, proveniente de su residencia de calle Tomás Moro, acompañado por su escolta personal.

"Aproximadamente las 09:30 horas y a solicitud del edecán aéreo, comandante Roberto Sánchez, el presidente Allende se entrevistó con los tres edecanes en el salón privado del despacho, donde éste le corroboró la situación de sublevación de las Fuerzas Armadas al poder político, y lo instó, a requerimiento de sus superiores para hacer abandono del palacio presidencial, manifestándole incluso que la Fuerza Aérea de Chile tenía dispuesto un avión para su salida del país y que él, personalmente, lo iría a dejar de acuerdo a las instrucciones recibidas de su institución", describe Carroza.

Sin embargo "el Presidente manifestó que no se entregaría, pero que podría conversar con los Comandantes en Jefe si se establecían condiciones propicias, mensaje que confiaba a sus edecanes, pero que, en todo caso, él ya había tomado una determinación y ella era que no se entregaría, y de acuerdo al relato de los intervinientes, éste habría efectuado un gesto mostrando la metralleta que tenía en su mano, señalando que con ella se defendería hasta el final".

"A las 11:50 horas se produjo el ataque aéreo y terrestre en su contra, a cargo del Grupo N°7 de la Fuerza Aérea de Chile, acción que provoca el incendio inmediato del recinto y las destrucción parcial de las instalaciones del segundo piso".

"El Presidente Salvador Allende, quien portaba para su defensa un casco y una metralleta, sube al segundo piso de La Moneda con todos los que lo acompañaban y atendida la situación de peligro que se vivía y con la finalidad de evitar la pérdida innecesaria de vidas, les ordena su rendición y la salida inmediata del Palacio, acordando que el grupo formara una columna que iría avanzando desde el pasillo del segundo piso hasta la puerta de calle Morandé 80, donde los esperaban los efectivos militares", prosigue el detalle judicial.

Posteriormente, "el mandatario, luego de ordenar el abandono del lugar, se retira hasta el final de esa fila y se dirige al Salón Independencia, cerrando la puerta. Una vez en su interior, se sienta en un sofá, coloca el fusil que portaba entre sus piernas y apoyándolo en su mentón, lo acciona, falleciendo en el acto producto del disparo recibido".

"Su cuerpo a consecuencia de esta acción, quedó en una posición tal que su cabeza se cargó hacia la derecha e inclinó sobre el tórax. La bóveda craneana tuvo una pérdida importante de masa encefálica que queda disgregada en el suelo y en el muro ubicado a sus espaldas", detalla el fallo con impactante crudeza.

"Habiéndose iniciado la evacuación y rendición del resto de ocupantes de La Moneda, miembros del Ejército suben al segundo piso e ingresan al salón presidencial, oportunidad en que advierten la existencia del cadáver del mandatario acompañado por el doctor Carlos Guijón, el que luego de identificarse narra los hechos que le correspondió apreciar".

Carroza descartó la supuesta asistencia a la muerte por parte del entorno cercano por "los innumerables relatos que constan en la causa denominada episodio de La Moneda o en el expediente incoado por la Justicia Militar".

Además, dice, el "análisis efectuado en el informe de los peritos nacionales e internacionales se manifiesta y explica que no cabe concluir la posibilidad de haberse disparado otra arma que no fuera la que se encontró en poder del Presidente Allende, ni tampoco se manifiesta y explica la acción de terceros para ultimarlo". "Desechó también la tesis de un enfrentamiento con los efectivos militares que asaltaron el palacio. Allende ya había muerto", escribió el juez. Tras esos hechos, el dictador Augusto Pinochet gobernó Chile en una sangrienta dictadura. El general se alejó del poder en 1990.

Tomado de agencia Ansa

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