El Supremo Tribunal Federal de Brasil hizo lugar a una acción del gobernante Partido de los Trabajadores que puede obligar a que el pedido de impeachment (juicio político) cuente con el voto de tres quintos de la Cámara de Diputados. La medida judicial obstruye la estrategia opositora destinada a limar por todos los frentes a Dilma Rousseff con el fin de sacarla del poder, cuando recién amanece su actual mandato.
Con este dictamen judicial, la oposición necesitaría una mayoría especial que no contaba cuando se lanzó a la destitución de la Presidenta, sobre quien no cesó el hostigamiento orquestado desde la prensa monopólica de la economía más grande de Latinoamérica y la segunda de todo el continente.
El ministro Teori Zavascki, del Tribunal Supremo Federal, emitió un parecer que obliga a que el pedido de impeachment cuente con el voto de 3/5 de la Cámara de Diputados y no de mayoría simple.
Esa disposición del magistrado anula una interpretación del reglamento realizada por el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, según la cual era necesario sólo una mayoría simple para iniciar el proceso hacia un eventual juicio de impedimento o impeachment.
En principio este parecer del ministro del Supremo puede postergar la estrategia de la oposición, que planeaba impulsar este martes el inicio de un proceso contra Rousseff.
La decisión del Supremo respondió a un "mandato de seguridad", acción promovida por el diputado Wadih Damous (PT).
En su fundamento el juez del Supremo solicita al titular de Diputados, Eduardo Cunha, que explique su interpretación del reglamento sobre cómo debe ser tratado un eventual pedido de impeachment.
De esta forma, la más alta Corte no da por cerrado el caso y aguardará la respuesta del diputado Cunha, que pese a todo puede dar curso al juicio político valiéndose de otras vías procesales.
La decisión emanada del Supremo Tribunal Federal en principio respalda la estrategia del partido gobernante pero no anula la disputa en el Congreso, donde oficialistas y opositores continuaban hoy en sus despachos para una eventual "batalla" política en el recinto.